- Divida el capítulo 8 de Hijas en Mi Reino en pequeñas secciones para que los jóvenes las lean durante la clase y asígneles una sección a cada uno.
- Invítelos a buscar una cita o un relato que muestre la manera en que las mujeres y los poseedores del sacerdocio trabajan juntos para edificar el reino de Dios, y luego invítelos a compartir su cita o relato con la clase.
- ¿Qué relatos similares pueden compartir ellos de sus propias experiencias?
- Con el permiso del obispo, invite a algunas hermanas y poseedores del sacerdocio que tengan llamamientos en el barrio a compartir con la clase sus experiencias de trabajar juntos en la Iglesia.
- ¿Cómo se benefician de las experiencias y perspectivas de los demás? Invite a los jóvenes a compartir alguna experiencia que hayan tenido.
- Invite a los jóvenes a leer la sección titulada “La función de las hermanas en la Iglesia” del discurso del élder Quentin L. Cook “¡Las mujeres SUD son asombrosas!”, y luego pídales que compartan unos con otros lo que aprendieron.
- ¿Cómo pueden usar los jóvenes el mensaje del élder Cook para ayudar a los demás a entender la importancia de la mujer en la Iglesia?
- Muestre el video “La tarea sagrada” o los primeros minutos de “Modelo del consejo de barrio” y pida a los jóvenes que compartan alguna reflexión acerca de cómo trabajan juntos las mujeres y los poseedores del sacerdocio.
- Aliente a los jóvenes a compartir maneras en que hayan visto a las mujeres y los hombres edificar el reino de Dios en sus familias y barrios. ¿Cómo pueden los jóvenes y las jovencitas aplicar lo que aprenden de estos videos al servir juntos en la Iglesia?
- Invite a cada joven a leer en silencio los párrafos 6 y 7 de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” y a determinar maneras en que los hombres y las mujeres trabajan juntos para llevar a cabo el plan eterno de Dios.
- Pida a los jóvenes que compartan lo que encuentren. ¿Cuándo han visto ejemplos de esposos y esposas que siguen los principios descritos en la proclamación sobre la familia? ¿Qué pueden hacer ahora a fin de prepararse para tener la clase de relaciones familiares que se describen en la proclamación?
- Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Comprenden la manera en que los hombres y las mujeres trabajan juntos en la Iglesia? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a este tema?
Thursday, June 25, 2015
¿Cómo trabajan juntos los poseedores del sacerdocio y las mujeres para edificar el reino de Dios?...Ven Sigueme (Escuela Dominical)
En colaboración con los poseedores del sacerdocio de Dios, las mujeres son esenciales para ayudar a nuestro Padre Celestial a llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. Bajo la dirección de los que poseen las llaves del sacerdocio, los poseedores del sacerdocio y las mujeres se reúnen en consejo con el fin de bendecir la vida de los hijos de Dios a través de reuniones de consejo de barrio y estaca, en las familias y en muchos otros lugares.
Capítulo 21:" El don del Espíritu Santo"....Principios del Evangelio
el Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad. Él es un “personaje de Espíritu” (D. y C. 130:22); no tiene un cuerpo de carne y huesos. Su influencia puede estar presente en todo lugar al mismo tiempo. Su misión es la de dar testimonio del Padre y del Hijo y de toda verdad. Además, el Espíritu Santo nos purifica o santifica con el fin de prepararnos para morar en la presencia de Dios. El Espíritu Santo purifica nuestro corazón de tal manera que ya no tenemos el deseo de hacer lo malo.
Hay una diferencia entre el Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo. En este capítulo aprenderemos qué es el don del Espíritu Santo y cómo podemos recibir este gran don de Dios.
El don del Espíritu Santo
- • ¿Cuál es la diferencia entre el Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo?
El don del Espíritu Santo es un privilegio —el cual se concede a la gente que ha puesto su fe en Jesucristo, y que se le ha bautizado y confirmado miembro de la Iglesia— con el fin de que reciba guía e inspiración del Espíritu Santo.
José Smith dijo que nosotros creemos que en la actualidad se disfruta del don del Espíritu Santo tan ampliamente como en los días de los primeros apóstoles. Nosotros creemos en ese don en toda su plenitud, poder, majestad y gloria. (Véase Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 102–103).
El Espíritu Santo puede guiar a una persona en forma temporal, sin que ésta haya recibido el don del Espíritu Santo (véase D. y C. 130:23); sin embargo, esa guía no continuará a menos que la persona reciba el bautismo y el don del Espíritu Santo por medio de la imposición de manos.
En Hechos 10 leemos que el soldado romano Cornelio recibió la inspiración del Espíritu Santo que le hizo saber que el evangelio de Jesucristo era verdadero; pero Cornelio no recibió el don del Espíritu Santo sino hasta después de ser bautizado. El profeta José Smith explicó que si Cornelio no se hubiese bautizado y recibido el don del Espíritu Santo, el Espíritu Santo se hubiera apartado de él (véase Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 102).
En la actualidad, personas que no son miembros de la Iglesia aprenden por medio del poder del Espíritu Santo que el Libro de Mormón es verdadero (Moroni 10:4–5); sin embargo, ese testimonio inicial se aparta de ellas si no reciben el don del Espíritu Santo. Esas personas no reciben esa seguridad continua que disfrutan quienes tienen el don del Espíritu Santo.
La recepción del Espíritu Santo
- • ¿Qué debemos hacer para recibir la compañía constante del Espíritu Santo?
Después de que las personas se han bautizado, se les confirma miembros de la Iglesia y se les otorga el don del Espíritu Santo por medio de la imposición de manos. El Señor dijo: “Y por la imposición de manos confirmaréis en mi iglesia a quienes tengan fe, y yo les conferiré el don del Espíritu Santo” (D. y C. 33:15).
Todo élder digno de la Iglesia, cuando se le ha autorizado, puede otorgar el don del Espíritu Santo a otra persona. Sin embargo, eso no garantiza que esa persona reciba inspiración y guía del Espíritu Santo solamente porque los élderes le pusieron las manos sobre la cabeza. Cada persona debe “recibir el Espíritu Santo”. Eso significa que el Espíritu Santo vendrá a nosotros sólo cuando seamos fieles y deseemos la ayuda de ese mensajero celestial.
Para ser dignos de recibir la ayuda del Espíritu Santo, debemos tratar anhelosamente de obedecer los mandamientos de Dios, y mantener nuestras acciones y nuestros pensamientos puros.
Cómo reconocer la influencia del Espíritu Santo
El Espíritu Santo generalmente se comunica con nosotros calladamente. A Su influencia con frecuencia se le llama la “voz suave y apacible” (1 Reyes 19:9–12; Helamán 5:30; D. y C. 85:6).
El presidente Boyd K. Packer explicó: “El Espíritu Santo se comunica con una voz que [se] siente más de lo que se oye…Aunque decimos que ‘escuchamos’ los susurros del Espíritu, por lo general describimos una inspiración espiritual diciendo: ‘Tuve una impresión…’”. Y continuó diciendo: “La voz del Espíritu habla quedamente, indicándonos lo que debemos hacer o decir, o quizás para amonestarnos o prevenirnos” (Liahona, enero de 1995, págs. 69, 70).
Uno de los dones más grandes de Dios
- • ¿Qué bendiciones podemos recibir por medio del don del Espíritu Santo?
El don del Espíritu Santo es uno de los dones más grandes que Dios nos ha dado. Por medio del Espíritu Santo podemos saber que Dios vive, que Jesús es el Cristo y que Su Iglesia ha sido restaurada sobre la tierra; podemos recibir los susurros del Espíritu Santo para mostrarnos todo lo que debemos hacer (véase2 Nefi 32:5). El Espíritu Santo nos santifica con el fin de prepararnos para morar en la presencia de Dios. Podemos gozar de los dones del Espíritu (véase el capítulo 22 de este libro). Este gran don que recibimos de nuestro Padre Celestial también trae paz a nuestro corazón y comprensión para entender las cosas de Dios (1 Corintios 2:9–12).
- • ¿Por qué es el don del Espíritu Santo uno de los dones más grandes que Dios nos ha dado?
Pasajes adicionales de las Escrituras
- • 1 Corintios 3:16–17; D. y C. 130:22–23 (el Espíritu Santo mora con los fieles).
- • Hechos 19:1–7 (el don del Espíritu Santo se otorgó en la antigüedad).
- • Moroni 8:25–26 (cómo recibir al Espíritu Santo).
- • Moroni 10:5 (el Espíritu Santo es un testigo de la verdad).
- • Mosíah 5:2 (el Espíritu Santo cambia el corazón de la gente).
- • Alma 5:54 (el Espíritu Santo santifica).
“Tu fe te ha salvado”...Lección # 19 del Nuevo Testamento
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Antes de que el élder Hugh B. Brown partiera en una misión, su madre le dijo:
“Hugh, ¿recuerdas cuando eras pequeño y tenías una pesadilla o despertabas con miedo en la noche? Desde tu cuarto me llamabas: ‘Mamá, ¿estás allí?’, y yo te contestaba y trataba de consolarte y hacer desaparecer tus temores. Ahora, al partir a la misión y al mundo, habrá ocasiones en que te sientas atemorizado, débil, incapaz y solo y habrá ocasiones en que tendrás problemas. Quiero que sepas que puedes llamar a tu Padre Celestial, tal como solías llamarme a mí, y decir: ‘Padre, ¿estás allí? Necesito tu ayuda’. Hazlo con el conocimiento de que Él está allí y estará presto para ayudarte si tú pones de tu parte y vives digno de tus bendiciones. Quiero asegurarte que Él está allí y que contestará tus oraciones y satisfará tus necesidades para tu bien” (relatado por Marvin J. Ashton, “Know He Is There”, Ensign, febrero de 1994, pág. 10).
En esta lección se estudiarán los relatos de las Escrituras que pueden ayudarnos a desarrollar mayor fe en que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos conocen y nos aman a cada uno.
1. Jesús presenta la parábola de la viuda y el juez injusto.
Jesús presentó esta parábola a un grupo de fariseos.
• Según Lucas 18:1, ¿por qué dio Jesús la parábola de la viuda y el juez injusto? ¿Cómo nos enseña esta parábola “la necesidad de orar siempre”? (Lucas 18:1–8.)
El élder James E. Talmage enseñó: “Jesús no quiso decir que así como el juez impío finalmente cedió a los ruegos, en igual manera lo hará Dios, pero sí indicó que si aun tal persona como este juez, que ‘ni temía a Dios, ni respetaba a hombre’, finalmente escuchó y concedió la súplica de la mujer, nadie debe dudar de que Dios, Justo y Misericordioso, también oirá y contestará” (Jesús el Cristo, 1964, pág. 460).
• ¿Qué significa orar siempre? (Lucas 18:7; Alma 34:27.) ¿Qué bendiciones recibimos cuando oramos siempre? (Lucas 18:7–8; 2 Nefi 32:9; D. y C. 90:24.)
• ¿Por qué es un acto de fe el perseverar en la oración? ¿Qué debemos hacer cuando hayamos perseverado en la oración y sintamos que no recibimos una respuesta?
El élder Richard G. Scott dijo:
“Es un error creer que todas nuestras oraciones recibirán respuesta inmediata; algunas requieren considerable esfuerzo de nuestra parte…
“Cuando le explicamos el problema y la solución que proponemos, a veces el Padre contesta “Sí” y otras veces nos dice que no. A menudo se reserva la respuesta, no por falta de interés en nosotros sino porque El nos ama con un amor perfecto y quiere que apliquemos las verdades que nos ha dado. Para progresar, debemos confiar en nuestra capacidad de tomar buenas decisiones, y hacer lo que sintamos que es correcto. A su debido tiempo, Dios contestará. Él no nos fallará” (Liahona, enero de 1990, pág. 31).
• ¿Qué han aprendido al perseverar en la oración?
2. Un ciego demuestra su fe y Jesús lo sana.
Lucas 18:35–43. Jesús sana a un ciego.
• ¿Cómo demostró el ciego cerca de Jericó que tenía fe en el Señor? (Lucas 18:38–42.) ¿Cómo han sido bendecidos ustedes al ejercer su fe en Jesucristo?
• ¿Cómo demostró el hombre su gratitud cuando recibió la vista? (Lucas 18:43; véase también Marcos 10:52.) ¿Cómo podemos demostrar nuestra gratitud al Señor?
3. Se recibe a Jesús en la casa de Zaqueo.
Lucas 19:1–10.
• ¿Quién era Zaqueo? Era el principal de los publicanos y era un hombre rico...(Lucas 19:2.)
Los Publicanos eran judíos que trabajaban como cobradores de impuestos para el gobierno romano. En general los judíos sentían antipatía por los publicanos y los consideraban traidores y pecadores.(Lucas 19:2.)
• ¿Cómo demostró Zaqueo su gran deseo de ver a Jesús? ( Lucas 19:3–4.)
¿Qué le dijo Jesús a Zaqueo después de haberlo visto en el árbol? (Lucas 19:5.)
¿Cuál fue la reacción de Zaqueo a las palabras de Jesús? (Lucas 19:6.)
¿Qué podemos hacer para recibir con gozo al Salvador en nuestro hogar?
• ¿Cómo reaccionaron las personas cuando Jesús fue a quedarse con Zaqueo? (Lucas 19:7.)
¿Qué diferencia hubo entre la reacción de Jesús a Zaqueo y la reacción de los demás? (Lucas 19:5.)
¿Qué podemos aprender del ejemplo que dio Jesús en este relato?
• Muchas personas despreciaban a Zaqueo debido a su profesión de publicano (Lucas 19:2, 7; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Publicanos”, pág. 171). ¿De qué manera a veces hacemos juicios similares acerca de otras personas? ¿Por qué es importante que no excluyamos a los demás ni pensemos que somos mejores que ellos? (Alma 5:54–56; 38:13–14.) ¿Cómo podemos superar los sentimientos negativos hacia otras personas?
El élder Joe J. Christensen dijo: “Hay jóvenes que se despiertan todas las mañanas temerosos de ir a la escuela, e incluso de ir a una actividad de la Iglesia, porque les preocupa la forma en que los tratarán. Ustedes tienen el poder de cambiar sus vidas para mejor… el Señor cuenta con que ustedes sean los que los edifiquen y los alienten. Piensen menos en ustedes mismos y más en el poder que tienen de ayudar a los demás, incluso a los miembros de su propia familia” (Liahona, enero de 1997, pág. 43).
4. Jesús levanta a Lázaro de la muerte.
Juan 11:1–54
Poco después de que Jesús fuera a la casa de Zaqueo, recibió un mensaje de sus amigas María y Marta informándole que Lázaro, el hermano de ellas que también era un amigo muy querido de Jesús, estaba enfermo (Juan 11:1–5). Dos días más tarde, Jesús instruyó a Sus discípulos que lo acompañaran a Betania, la ciudad de Judea en donde vivían María, Marta y Lázaro (Juan 11:6–7).
• Cuando Jesús regresó a Betania, Lázaro ya llevaba cuatro días de muerto (Juan 11:17).
¿Qué hizo Marta cuando escuchó que venía Jesús? (Juan 11:20.)
¿Qué les llama la atención del testimonio de Marta en cuanto a la misión divina del Salvador? (Juan 11:21–27.)
• ¿Qué hizo Jesús cuando vio que lloraban María y muchas otras personas? (uan 11:33–34.)
¿Cómo influye este relato en los sentimientos que ustedes tienen por Jesús?
• A pesar de su fuerte testimonio, la fe de María parecía ser débil cuando Jesús pidió que se quitara la piedra del sepulcro de Lázaro (Juan 11:39).
¿Cómo le ayudó Jesús? (Juan 11:40.)
¿Qué aprendemos de esto en cuanto a lo que el Señor espera de nosotros?
• ¿Qué nos enseña la oración de Jesús, antes de levantar a Lázaro, acerca de Su relación con Su Padre? (Juan 11:41–42.)
¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús en nuestras propias oraciones personales y familiares?
Lean y muestre la lamina 11:43–44.
• Jesús ya había levantado de la muerte a dos personas (Marcos 5:22–24, 35–43; Lucas 7:11–17).
El levantar a Lázaro de la muerte fue diferente de las dos ocasiones anteriores, La hija de Jairo y el hijo de la viuda de Naín fueron levantados de la muerte poco después de la separación del cuerpo y el espíritu. No se les había sepultado. Lázaro había estado muerto por cuatro días, y su cuerpo ya estaba en un sepulcro.
• ¿Por qué fue el milagro de levantar a Lázaro de la muerte un testimonio de la misión divina del Salvador? ¿Qué efecto tuvo este milagro en los que fueron testigos de él? (Juan 11:45–46.)
¿De qué manera fortalece este milagro su fe en el Salvador?
Conclusión
Los principios que se enseñen en los relatos que se han analizado pueden fortalecer nuestra fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo. Después de repasar brevemente los relatos, lea la siguiente declaración del élder Thomas S. Monson:
“El paso del tiempo no ha alterado la capacidad del Redentor para cambiar la vida del ser humano. Tal como le dijo a Lázaro, nos dice a nosotros ‘…ven…’ Ven, lejos del desaliento de la duda. Ven, lejos de la aflicción del pecado. Ven, lejos de la muerte que trae la incredulidad. Ven, al renacer de una nueva vida. Ven” (Liahona, octubre de 1974, pág. 45).
Inste a los miembros de la clase a buscar maneras de fortalecer su fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.
La parábola del fariseo y el publicano.
Lean y analicen la parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18:9–14).
• ¿Cómo describirían la oración del fariseo en esta parábola? ¿Cómo describirían la del publicano?
• ¿Qué significa que “cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”? (Véase Lucas 18:14; Éter 12:27.)
Friday, June 19, 2015
“Se había perdido, y es hallado”...Lección # 18 del Nuevo Testamento
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Pida a los miembros de la clase que hablen de alguna ocasión en que se les haya perdido algo importante para ellos o se haya extraviado algún miembro de la familia. Después haga las preguntas siguientes:
• ¿Cómo se sintieron cuando se perdió aquel objeto o aquella persona? ¿Cómo se sintieron cuando se halló dicho objeto o persona?
Si lo desea, puede pedir a los miembros de la clase que relaten experiencias que hayan tenido de haberse perdido y después ser encontrados.
Explique que Jesús a menudo enseñaba lecciones espirituales comparándolas con experiencias comunes que tenía la gente. En esta lección se habla de algunas parábolas que enseñan la importancia de buscar y encontrar a los que están perdidos.
1. El Salvador enseña en cuanto al valor de las almas.
Jesús presentó la parábola de la oveja perdida y la de la moneda perdida después que los fariseos y los escribas murmuraron: “Este a los pecadores recibe, y con ellos come” (Lucas 15:2).
• En la parábola de la oveja perdida, el pastor dejó a las noventa y nueve ovejas para ir en busca de la que se había perdido (Lucas 15:4);
en la de la moneda perdida, la mujer buscó diligentemente una sola moneda que había perdido (Lucas 15:8).
¿Qué podemos aprender de los hechos del pastor y de la mujer? (D. y C. 18:10–13.)
• ¿En qué formas puede estar “perdida” una persona? ¿Qué responsabilidad tenemos hacia los que se pierden? (Lucas 15:4–5, 8; Alma 31:34–35.)
El presidente Gordon B. Hinckley dijo:
“…tenemos algunos de los nuestros que claman de dolor y de sufrimiento, de soledad y de temor. Tenemos la solemne y gran obligación de extenderles la mano y ayudarles, de levantarles, de alimentarles si tienen hambre, de nutrir su espíritu si tienen sed de la verdad y la rectitud…
“…están aquellos que una vez fueron fervientes en la fe, una fe que ahora se ha enfriado; muchos de ellos querrían volver pero no saben cómo y necesitan manos amigas que se extiendan hacia ellos. Con un poco de esfuerzo sería posible traer a muchos para que se deleitaran otra vez en la mesa del Señor.
“Mis hermanos y hermanas, ruego que cada uno de nosotros, después de haber participado en esta grandiosa conferencia, tome la resolución de buscar a aquellos que necesiten ayuda, que estén en circunstancias desesperantes o difíciles y que los levanten, con el espíritu de amor, hasta ser recibidos en los brazos de la Iglesia, donde habrá manos fuertes y corazones tiernos que los reanimen, los consuelen, los sostengan y los encaminen hacia una vida feliz y productiva” (Liahona, enero de 1997, pág. 97).
• ¿Qué debemos hacer cuando regrese una persona que se había perdido? (Pida a los miembros de la clase que busquen un concepto que se repite en los versículos 5, 6 y 9 de Lucas 15. Véanse también los versículos 7 y 10 del mismo capítulo y D. y C. 18:15–16.)
2. Jesús enseña que nuestro Padre Celestial halla gozo en perdonar al que se arrepiente.
En la parábola del hijo pródigo, ¿qué hizo el hermano menor con su herencia? (Véase Lucas 15:13). (pródigo significa que gasta sin prudencia.
¿Cuáles son algunas formas en que las personas en la actualidad cometen errores similares a los del hijo pródigo?
• ¿Qué le sucedió al hijo pródigo después que malgastó toda su herencia? (Lucas 15:14–16.) ¿Cómo se aplica esto a nuestros días?
• Cuando el hijo pródigo tenía necesidad, ¿quién cuidó de él en la provincia apartada? (Lucas 15:16.) ¿Qué podemos aprender de esto?
• ¿En quién pensó el hijo cuando vio que nadie cuidaba de él en la provincia apartada? (Lucas 15:17.) ¿Qué podemos aprender acerca del arrepentimiento al considerar la actitud del hijo? (Lucas 15:18–19.)
• ¿Qué hizo el padre cuando vio que su hijo regresaba? (Lucas 15:20.)
¿Cómo respondió el padre ante la confesión del hijo? (Lucas 15:21–24.) ¿En qué se parecen la respuesta del padre y la del Señor cuando nosotros nos arrepentimos? (Véase Lucas 15:7; Mosíah 26:30; D. y C. 58:42.)
• ¿En qué aspectos nos parecemos al hijo pródigo? (Véase la cita que se halla a continuación.) ¿Qué esperanza nos ofrece la parábola del hijo pródigo?
Refiriéndose a la parábola del hijo pródigo, el presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Les ruego que lean esta historia. Todo padre debe leerla una y otra vez. Su mensaje es lo suficientemente amplio para aplicarlo a todo hogar. Es lo suficientemente amplio para aplicarlo a toda la humanidad, pues, ¿no somos acaso todos hijos pródigos que necesitamos arrepentirnos y participar del misericordioso perdón de nuestro Padre Celestial y entonces seguir su ejemplo?” (véase Liahona, noviembre de 1991, págs. 5–6.)
• ¿Por qué se enojó el hijo mayor al ver la forma en que su padre recibía al hijo menor? (Lucas 15:25–30.)
¿Cómo respondió el padre ante la queja del hijo mayor? (Lucas 15:31–32.)
¿Por qué a veces es difícil dar la bienvenida a un “hijo pródigo” que se ha arrepentido? ¿Qué podemos aprender de la forma en que este hombre recibió al hijo que regresó? (Lucas 15:32.)
3. Un hombre al que Jesús había sanado de lepra regresa a darle las gracias.
Cuando se dirigía a Jerusalén, el Salvador sanó a diez leprosos (Lucas 17:11–14). De los diez, ¿cuántos regresaron a expresar su gratitud? (Lucas 17:15–16.)
¿Cuáles son algunas de las razones por las que nosotros, al igual que los nueve leprosos malagradecidos, no siempre expresamos nuestra gratitud por las bendiciones que recibimos? ¿Por qué es importante que expresemos nuestra gratitud al Señor?
• Aunque los diez leprosos quedaron limpios, sólo uno fue salvado (Lucas 17:14, 19). ¿Cuál es la diferencia entre quedar limpio y ser salvado? (Véase la cita que está a continuación.) ¿Cómo nos ayudan a ser salvados nuestra gratitud y nuestra fe?
El obispo Merrill J. Bateman enseñó: “Para ser salvo, el leproso agradecido fue sanado tanto en lo interior como en lo exterior. Nueve leprosos habían sido sanados físicamente, pero sólo uno tuvo la fe para ser salvo” (Liahona, julio de 1995, pág. 16).
Conclusión
Testifique que sentimos gran gozo cuando nos arrepentimos y nos volvemos al Señor y cuando ayudamos a otros a volver. Si lo desea, exprese su gratitud por las parábolas de Jesús y por las demás enseñanzas que muestran el amor de Dios por Sus hijos y Su deseo de que nos amemos unos a otros.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. La parábola del siervo inútil.
Lean y analicen la parábola del siervo inútil (Lucas 17:5–10).
• Jesús presentó esta parábola después que los apóstoles le solicitaron: “Auméntanos la fe” (Lucas 17:5). ¿Qué podemos aprender de esta parábola en cuanto a la manera de aumentar nuestra fe? (Entre las respuestas se podría mencionar que nuestra fe aumenta cuando servimos al Señor con diligencia.)
• ¿Por qué somos siervos inútiles aún después de hacer todo lo que el Señor nos manda? (Véase Mosíah 2:20–25.) ¿Qué nos revela esto en cuanto al amor que el Señor tiene por nosotros?
2. La parábola de los obreros de la viña.
Lean y analicen la parábola de los obreros de la viña (Mateo 20:1–16).
En esta parábola, ¿qué recibió cada uno de los obreros de la viña?
Haga resaltar que aquellos que trabajaron una hora recibieron el mismo salario que los que trabajaron todo el día. No debemos preocuparnos por quién recibe más o quién hace más al servicio del Señor. El Juez perfecto de todo, que conoce nuestro corazón, nos juzgará con misericordia y nos dará “lo que sea justo” (Mateo 20:4, 7).
3. Presentaciones en video.
El cuarto segmento de “Costumbres del Nuevo Testamento”, una selección del videocasete Nuevo Testamento: Presentaciones en video (53914 002), puede servirle para explicar cómo se consideraba a los leprosos en la época del Nuevo Testamento y por qué el hecho de que Cristo los sanara fue una gran bendición que cambió la vida de los diez leprosos.
Este segmento también contiene información en cuanto a la forma en que los judíos del Nuevo Testamento medían el tiempo. Si trata el tema de la parábola de los obreros de la viña, puede mostrar esta porción del video (véase la segunda sugerencia adicional para la enseñanza) para ayudar a los miembros de la clase a entender mejor al padre de familia que “[salió] cerca de la hora tercera” y también las horas sexta, novena y undécima (Mateo 20:3, 5–6).
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