Actividad para despertar el interés
Elabore una trampa para monos o dibújela en la pizarra (véase la ilustración que se encuentra enseguida). Para hacer la trampa, consiga una caja con tapa. Pegue la tapa con adhesivo de manera que no se pueda quitar, y en un lado de la caja corte un hoyo lo suficientemente grande para meter la mano abierta, pero en el que no quepa el puño cerrado. Coloque dentro de la caja un pedazo de fruta o unas nueces.
Muestre la trampa que elaboró o dibujó; Explique que una trampa similar a ésta se puede usar para atrapar a un mono. La caja se sujeta al suelo y se coloca en ella algo que les guste a los monos (como nueces o fruta). El agujero en la caja es lo suficientemente grande para que el mono meta la mano vacía, pero demasiado pequeño para sacarla si se está aferrando al alimento (si lo desea, puede demostrar esto). El mono ve el alimento y mete la mano para sacarlo, pero una vez que lo toma en la mano, permite que lo atrapen con tal de no soltarlo. No sacrifica ese premio por uno mayor, o sea, la libertad.
A veces cometemos errores similares al del mono. Cuando obtenemos algo que nos satisface, quizás no estemos dispuestos a soltarlo aunque el aferrarnos a él nos haga perder algo mejor. En esta lección hablaremos de algunas cosas que quizás tengamos que sacrificar para recibir la bendición mayor: la vida eterna con nuestro Padre Celestial y Jesucristo.
1. El depositar la confianza en las riquezas puede impedir que una persona entre en el reino de Dios.
Lean y analicen Marcos 10:17–30; 12:41–44.
• ¿Qué le dijo Jesús al joven rico cuando éste le preguntó cómo recibir la vida eterna? (Marcos 10:17–21.) ¿Por qué se puso triste el joven cuando escuchó las instrucciones? (Marcos 10:22.) ¿Por qué piensan que el Señor le pidió que regalara todas sus posesiones? ¿Cómo se aplica a nosotros la instrucción que el Salvador dio al joven rico?
El presidente Joseph F. Smith dijo: “En esto estriba la dificultad… [del] joven. Tenía muchas posesiones, y prefirió confiar en sus riquezas más bien que abandonar todo y seguir a Cristo… Ningún hombre puede obtener el don de vida eterna a menos que esté dispuesto a sacrificar todas las cosas terrenales para obtenerla” (Doctrina del Evangelio, 1978, pág. 255).
• ¿Qué enseñó Jesús en cuanto a la relación entre poseer riquezas y entrar en el reino de Dios? (Marcos 10:23–25.) ¿Cuál es la diferencia que existe entre poseer riquezas y depositar en ellas nuestra confianza? ¿Qué podemos hacer para mantener una actitud correcta hacia las posesiones terrenales? (Mosíah 4:19, 21.)
El presidente Smith también enseñó: “Dios no hace acepción de personas. El rico puede entrar en el reino de los cielos tan libremente como el pobre, si sujeta su corazón e inclinaciones a la ley de Dios y al principio de la verdad; si pone su afecto en Dios, su corazón en la verdad y su alma en el cumplimiento de los propósitos de Dios, y no pone su afición y esperanzas en las cosas del mundo” (Doctrina del Evangelio, pág. 255).
• Establezcan un contraste entre el joven rico y la viuda pobre de Marcos 12:41–44. ¿Qué estaba dispuesta a hacer la viuda que no estaba dispuesto a hacer el joven rico? (Marcos 12:44. Estaba dispuesta a dar todo lo que tenía al reino de Dios.) ¿Qué podemos hacer para desarrollar una actitud como la de la viuda pobre?
2. Busquemos tesoros celestiales en lugar de terrenales.
Lean y analicen Lucas 12:13-21.
• ¿Qué le dijo Jesús al hombre que estaba preocupado por su herencia? (Lucas 12:13–15.) La avaricia es un fuerte deseo de obtener riqueza o las posesiones de otra persona. ¿Qué cosas codician las personas en nuestros días? ¿Por qué es peligroso codiciar?
• En un mundo que a menudo considera muy valiosas las posesiones materiales, ¿qué podemos hacer para recordar que nuestro valor como personas no se determina por la riqueza que acumulemos? (Lucas 12:15.) ¿Qué bendiciones son más importantes que las posesiones materiales? (En Lucas 12:31–34 y en D. y C. 6:7 se encuentran algunos ejemplos.)
• ¿Cómo había sido bendecido el hombre de la parábola del rico insensato? (Lucas 12:16.) ¿Qué decidió hacer con lo que le sobraba? (Lucas 12:18.) ¿Qué demostraron sus hechos? (Lucas 12:19–21. Tenía el corazón puesto en las riquezas.) ¿Qué podía haber hecho con su abundancia si hubiese estado buscando tesoros celestiales en lugar de terrenales? (Mosíah 4:26; D. y C. 52:40.)
• ¿Por qué muchas personas centran su corazón en la riqueza del mundo aun cuando saben que es sólo temporaria? ¿Cómo podemos determinar si estamos demasiado preocupados con las posesiones materiales? ¿Qué podemos hacer para ser más generosos con nuestra riqueza material y otras bendiciones, como nuestro tiempo y talentos? piensen más detenidamente en estas preguntas fuera de la clase, ya sea a solas o con los miembros de su familia.
3. Para ser verdaderos discípulos, los seguidores de Cristo deben estar dispuestos a abandonarlo todo.
Lean y analicen los versículos de Lucas 14:15–33 que usted haya seleccionado.
• Dando una interpretación de la parábola de la gran cena, el élder James E. Talmage enseñó que los convidados representan al pueblo del convenio, o sea, la casa de Israel. Cuando el siervo (Jesús) les pidió que vinieran a la cena (que aceptaran el Evangelio), dieron excusas y no vinieron (Jesús el Cristo, 1964, pág. 477). ¿Por qué no vinieron a la cena los israelitas? ¿Quiénes son “los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos” que sí vinieron a la cena? (Lucas 14:21).
• La parábola de la gran cena se puede aplicar a nosotros cuando damos excusas para no alimentarnos en la mesa del Señor; por ejemplo, cuando no leemos las Escrituras o no asistimos al templo. ¿Cómo podemos demostrar que aceptamos la invitación del Señor de asistir a la cena?
• Jesús enseñó que Sus discípulos tienen que estar dispuestos a sacrificar cualquier cosa que Él les pida (Lucas 14:26–33). ¿Cuáles son algunas cosas que se pidió a los discípulos de aquellos días que sacrificaran? ¿Cuáles son algunas que se pide que sacrifiquen los discípulos de nuestros días? ¿Qué les ha pedido el Señor a ustedes que sacrifiquen? ¿De qué manera han sido bendecidos por hacer esos sacrificios?
4. Busquemos la riqueza espiritual con entusiasmo y energía.
El élder James E. Talmage explicó que el Señor se valió de esta parábola para “…mostrar el contraste entre el cuidado, consideración y devoción de los hombres que se ocupan en los asuntos económicos de la tierra, y los esfuerzos desganados de muchos que declaran estar buscando las riquezas espirituales”. El Señor no estaba sugiriendo que siguiéramos las prácticas inicuas del siervo injusto, sino que buscáramos la riqueza espiritual con el mismo afán y esfuerzo que el siervo demostró al buscar la riqueza material.
El élder Talmage continuó: “Los hombres de pensamientos mundanos no se olvidan de providenciar para sus años futuros, y frecuentemente los hallamos impíamente ansiosos de acumular bienes en abundancia; por otra parte, los ‘hijos de luz’, o sea aquellos que creen que las riquezas espirituales son superiores a todas las posesiones terrenales, son menos enérgicos, prudentes o sagaces” (Jesús el Cristo, pág. 488).
• Comparen en silencio la cantidad de tiempo, de pensamiento y de energía que dedican a la acumulación de dinero y posesiones con la cantidad que dedican a buscar tesoros espirituales. ¿Cómo podemos volvernos más dedicados y entusiastas para buscar tesoros espirituales?
Conclusión
A fin de recibir la vida eterna, debemos estar dispuestos a dejar de lado las cosas del mundo y servir al Señor con todo el corazón, alma, mente y fuerza. seamos agradecidos por las bendiciones terrenales y esforzemonos por verlas en la perspectiva correcta.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. La humildad.
Lean y analicen Lucas 14:7–11.
• ¿De qué manera han visto que es verdad la declaración de Jesús en Lucas 14:11?
2. El verdadero amor.
• ¿Qué podemos aprender de Lucas 14:12–14 acerca de la manera de servir a los demás? (Entre las respuestas se podría mencionar que no debemos servir con la meta de recibir algo a cambio, y que no debemos limitarnos a dar servicio a las personas que nos puedan pagar o agradecer.) ¿Cuál debe ser nuestra motivación al servir?
• ¿Cómo nos ayuda el verdadero amor a acercarnos más al Señor?
3. La parábola del rico y Lázaro.
Pida a los miembros de la clase que lean y analicen la parábola contenida en Lucas 16:19–31.
• Después de morir el hombre rico, ¿qué le pidió al Padre Abraham que hiciera por sus hermanos? (Véase Lucas 16:27–28.) ¿Cómo respondió Abraham? (Véase Lucas 16:29–31.) ¿Qué nos enseña esto acerca de escuchar al profeta?
• ¿Qué nos enseña esta parábola acerca de la importancia de velar por los pobres? (Véase D. y C. 104:18.)
A los jóvenes tal vez les agrade hacer una dramatización de esta parábola. Coloque a dos miembros de la clase (representando a Abraham y a Lázaro) de un lado de una barrera, como una fila de sillas (la gran sima), y a otro miembro de la clase (el hombre rico) del otro lado. Pida a un cuarto alumno que sea el narrador. Pida a los miembros de la clase que lean sus líneas directamente de Lucas 16:19–31, y al narrador que lea todo lo que no diga directamente uno de los personajes. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 156–157.)
No comments:
Post a Comment