Pida a un voluntario de la clase que pase al frente, véndele los ojos y pídale que escriba la siguiente frase en la pizarra: Jesús es la luz del mundo. Sáquele la venda de los ojos y pídale que escriba de nuevo la misma frase y que después regrese a su asiento.
• ¿En qué se asemeja el pecar a tener una venda sobre los ojos?
¿Por qué el ejercer fe en Jesucristo y arrepentirnos de nuestros pecados es como quitarnos la venda de los ojos?
¿Qué vemos con más claridad cuando nos arrepentimos?
En esta lección se analizan los primeros principios y ordenanzas del Evangelio. Por medio de la fe, el arrepentimiento, el bautismo y el don del Espíritu Santo nos es posible comprender mejor nuestro destino y propósito eternos durante nuestra permanencia terrenal.
Análisis y aplicación
El Señor restauró el Evangelio por medio del profeta José Smith “línea sobre línea, precepto tras precepto” (D. y C. 128:21).
Algunas de las primeras verdades en restaurarse fueron los primeros principios y ordenanzas del Evangelio.
1. El primer principio del Evangelio es la fe en el Señor Jesucristo.
La restauración del Evangelio comenzó con un acto de fe por parte de José Smith. La aparición de Moroni ocurrió también en respuesta a un acto de fe de parte de José, quien indicó que “tenía la más absoluta confianza de obtener una manifestación divina” cuando oró suplicando perdón.
¿Qué significa tener fe en Jesucristo?
¿Por qué es importante que concentremos nuestra fe en Jesucristo?
• ¿Qué podemos hacer para fortalecer nuestra fe en Jesucristo? (Véase D. y C. 19:23; 88:118; Alma 32:27.
Es importante que fortalecemos nuestra fe en forma gradual y no por medio de una sola experiencia. Además debemos nutrir nuestra fe constantemente con el fin de mantenerla firme.
• ¿Cuáles son algunas de las circunstancias de la vida diaria que requieren que ejerzamos fe en Cristo?
¿De qué modo les ha ayudado la fe a vencer el desaliento, la debilidad o cualquier otro tipo de dificultad?
¿Cómo puede la fe en Cristo fortalecer nuestras relaciones con los demás? (tales como la que hay entre marido y mujer, la que tenemos con los hijos, los padres, o la que existe entre los miembros del barrio o entre vecinos.)
• ¿Cómo podemos demostrar nuestra fe en Cristo? (Véase D. y C. 20:69; Santiago 2:14–17.)
¿Por qué la fe en Cristo influye en nuestro deseo de hacer buenas obras?
• Lea D. y C. 8:10 ¿Qué podemos lograr sin fe?
¿Qué podemos lograr con fe? (Algunas respuestas a esta pregunta pueden encontrarse en D. y C. 35:9; 42:48–51; 63:9–11; Moroni 7:33.)
¿En qué forma han visto manifestarse el poder de la fe?
• Uno de los mensajes que se repite con frecuencia en Doctrina y Convenios es la importancia de orar con fe. Por ejemplo, en D. y C. 10:46–52, el Señor dice que el Libro de Mormón se preservó porque los antiguos profetas tuvieron “fe en sus oraciones” de que sería preservado.
¿Qué función cumple la fe en nuestras oraciones?
2. Por medio del arrepentimiento sincero, participamos de las bendiciones de la Expiación.
El arrepentimiento es un tema principal de Doctrina y Convenios. El Señor enseña la doctrina del arrepentimiento y reiteradamente hace hincapié en la necesidad de arrepentirse. Él promete grandes bendiciones para quienes se arrepientan y castigos para los que no lo hagan.
• ¿Qué es el arrepentimiento? (Véase D. y C. 58:42–43. El arrepentimiento es el proceso de llegar a quedar limpios de nuestros pecados y de recibir perdón por ellos mediante el poder de la expiación del Señor. Para arrepentirnos, debemos confesar y abandonar nuestros pecados y alejarnos de la maldad. Debemos también volver nuestro corazón y nuestra voluntad hacia Dios, esforzándonos sinceramente por obedecer Sus mandamientos. Con el fin de analizar con la clase el proceso del arrepentimiento, véase la segunda sugerencia adicional para la enseñanza.)
• ¿Qué diferencia existe entre el verdadero arrepentimiento y el simple hecho de dejar un mal hábito o de cambiar de comportamiento?
El presidente Ezra Taft Benson explicó: “…arrepentirse significa más que limitarse a corregir o cambiar el comportamiento… el verdadero arrepentimiento se basa en la fe en el Señor Jesucristo y proviene de ella; no hay otro medio… el verdadero arrepentimiento requiere un cambio en el corazón y no sólo en la conducta [véase Alma 5:13]”
El élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce, enseñó que el “arrepentimiento requiere que abandonemos lo malo y nos volvamos a Dios”
• Lea D. y C. 18:11–13 y 19:16–19 ¿Qué nos enseñan esos pasajes acerca del amor que el Salvador siente por nosotros?
¿Por qué necesitamos la expiación del Salvador para recibir el perdón de nuestros pecados? (Véase también 2 Nefi 2:6–9.)
¿Por qué es necesario arrepentirnos para que seamos perdonados por nuestros pecados?
Cuando pecamos, nos volvemos impuros y sujetos a los castigos impuestos por la ley de la justicia. Al ser imperfectos, no podemos volver a ser puros nuevamente ni cumplir con las demandas de la justicia por nosotros mismos. Al expiar nuestros pecados, el Salvador tomó sobre Sí los castigos impuestos por la ley de la justicia y por consiguiente le es posible ofrecer la misericordia y el perdón que necesitamos para llegar a ser puros. Esas bendiciones de la Expiación están a nuestra disposición con la única condición de que nos arrepintamos (Alma 7:14).
• ¿Por qué es necesaria la fe en Jesucristo para que haya un verdadero arrepentimiento?
• ¿Cuáles son las consecuencias del no arrepentirnos de nuestros pecados? (Lean los pasajes de las Escrituras que se dan a continuación y determinen cuáles son esas consecuencias: D. y C. 1:33; 19:17–18 y 29:17; Otras de las consecuencias podrían ser la de distanciarnos de Dios y de los demás, el tener sentimientos de culpa, el tener sentimientos pesimistas o negativos acerca de nuestra propia valía, el justificar otros pecados y el no saber perdonar a los demás.)
• Las bendiciones del verdadero arrepentimiento. ¿Qué nos promete el Señor si nos arrepentimos sinceramente de nuestros pecados? (Lean los pasajes de las Escrituras que se dan a continuación y determinen cuáles son esas promesas: D. y C. 1:32; 58:42 y 109:53.
Cómo el arrepentimiento ha sido una bendición para usted?
(Advertencia: En la clase no deben brindar una confesión detallada de los pecados que pudieran haber cometido.) •
¿Por qué en ocasiones nos es difícil perdonarnos a nosotros mismos o perdonar a los demás aun cuando el Señor ha prometido perdonarnos si nos arrepentimos?
• ¿Qué podemos hacer para ser más penitentes?
¿Por qué algunas veces postergamos nuestro arrepentimiento?
¿Qué podemos hacer para vencer el orgullo, el desaliento, el sentirnos satisfechos de nosotros mismos o cualquier otra cosa que impida nuestro arrepentimiento?
El élder Neal A. Maxwell enseñó: “El arrepentimiento no es una doctrina implacable sino un medio de rescate; y está a disposición tanto del pecador empedernido como de la buena persona que se esfuerza por mejorar” A pesar de que el arrepentimiento pueda ser un proceso difícil, podría a la vez ocasionarnos un gran regocijo si nos alejamos del pecado y nos volvemos a Dios.
3. El bautismo es una ordenanza indispensable.
La fe y el arrepentimiento llevan al bautismo, la primera ordenanza del Evangelio. En Doctrina y Convenios, leemos que el Señor reveló los propósitos, los requisitos y las instrucciones para el bautismo. Por medio del profeta José Smith, Juan el Bautista restauró la autoridad del sacerdocio necesaria para llevar a cabo esta ordenanza (véase la lección 8).
• ¿Cuáles son los propósitos del bautismo? (Véase D. y C. 18:22; 49:13–14. (Entre los propósitos, se encuentran el demostrar nuestra dedicación al Salvador, el recibir la remisión de los pecados, el convertirnos en miembros de la Iglesia, el entrar en la senda que lleva a la exaltación y el prepararnos para recibir el don del Espíritu Santo. Véase también 2 Nefi 9:23; 31:10–13, 17; Mosíah 18:17.)
• Lea D. y C. 20:37 ¿Qué requisitos debe cumplir la persona para bautizarse?
¿Qué convenios hacemos con Dios cuando nos bautizamos? (Véase también Mosíah 18:8–10.)
¿Qué podemos hacer para cumplir mejor con nuestro compromiso de guardar las promesas que le hicimos al Señor cuando nos bautizamos?
• ¿Qué simboliza el bautismo? (Véase D. y C. 76:51; Juan 3:3–5; Romanos 6:3–4. El bautismo por inmersión simboliza la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesucristo. Simboliza además la sepultura de nuestro antiguo ser y nuestro renacimiento en Cristo, y simboliza el quedar limpios de nuestros pecados.)
• ¿Por qué es necesario ser bautizados por alguien que posea la debida autoridad? (Véase D. y C. 22.)
¿Por qué es necesario que el bautismo se efectúe por inmersión? (Véase D. y C. 20:72–74.)
¿Por que no es apropiado bautizar a una persona antes de que cumpla ocho años de edad? (Véase D. y C. 20:71; 29:46–47; 68:25; Moroni 8:9–12.)
4. Por medio de la ordenanza de la confirmación, recibimos el don del Espíritu Santo.
Espíritu Santo es miembro de la Trinidad y un “personaje de Espíritu” (D. y C. 130:22). Después del bautismo en el agua, los miembros de la Iglesia reciben el don del Espíritu Santo por medio de la ordenanza de la confirmación (D. y C. 33:15; 35:5–6). A esa ordenanza se la llamó el “bautismo de fuego y del Espíritu Santo” (D. y C. 20:41). El profeta José Smith dijo: “El bautismo de agua no es sino medio bautismo, y no vale nada sin… el bautismo del Espíritu Santo”.
• ¿Qué diferencia hay entre una manifestación del Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo?
El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce, enseñó: “…las manifestaciones del Espíritu Santo se dan para guiar a los que buscan con sinceridad las verdades del Evangelio que les persuadirán a arrepentirse y a bautizarse. El don del Espíritu Santo es más extenso… incluye el derecho a tener Su compañía constante para que siempre podamos ‘…tener su Espíritu con [nosotros]’ (D. y C. 20:77)”
El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce, comparó las manifestaciones del Espíritu Santo que la persona recibe antes del bautismo con los destellos de los relámpagos que “iluminan por momentos una oscura noche de tormenta”. Él comparó el don del Espíritu Santo que recibe la persona después del bautismo con “los rayos resplandecientes del sol del mediodía, que iluminan el sendero de la vida y todo lo que lo rodea”
• El recibir el don del Espíritu Santo no nos asegura automáticamente que el Espíritu Santo estará siempre con nosotros. ¿Qué debemos hacer para tener siempre junto a nosotros al Espíritu Santo?
El presidente Joseph Fielding Smith dijo: “El Espíritu Santo no mora con la persona que no está dispuesta a obedecer y a guardar los mandamientos de Dios o que viola esos mandamientos intencionadamente”
• ¿Cuáles son algunas de las funciones del Espíritu Santo? (Escoja algunos de los pasajes de las Escrituras para encontrar algunas de las funciones)
- a. D. y C. 18:18; 39:6; 42:14; 75:10; 79:2. (Él es un maestro; véase también Juan 14:26; 16:13; 1 Nefi 10:19; Moroni 10:5.)
- b. D. y C. 39:6. (Él es un Consolador; véase también Juan 14:16.)
- c. D. y C. 42:17; 100:8. (Él da testimonio; véase también Juan 15:26; Alma 5:46.)
- d. D. y C. 11:12. (Él nos induce a hacer lo bueno, a andar humildemente y a juzgar con rectitud).
- e. D. y C. 11:13; 76:10. (Él ilumina nuestra mente y llena nuestra alma de gozo.)
- f. D. y C. 84:33. (Por medio de Él somos santificados; véase también 3 Nefi 27:20.)
- g. D. y C. 31:11; 75:27; 84:85. (Él nos inspira para saber a dónde ir, qué hacer y qué decir.)
Cómo el Espíritu Santo los ha bendecido de ésas o de otras formas. Qué podemos hacer para disfrutar de estas bendiciones más plenamente en nuestra vida. Es un privilegio tener la compañía de uno de los miembros de la Trinidad.
5. Debemos perseverar, con fe, hasta el fin para recibir la vida eterna.
Cuando nos bautizamos, entramos en el camino que lleva a la exaltación. Sin embargo, el bautismo por sí solo no nos asegura que seremos exaltados. Como el Señor nos amonesta con frecuencia en Doctrina y Convenios, debemos también guardar los convenios que hemos hecho en el bautismo y perseverar fielmente hasta el fin de nuestra vida.
• Lea 2 Nefi 31:19–20 y D. y C. 14:7 ¿Qué significa perseverar hasta el fin?
¿Qué bendiciones nos ha prometido el Señor si perseveramos hasta el fin?
• ¿Qué experiencias han tenido que les han enseñado el valor del permanecer fieles a sus creencias y convenios?
• Lea D. y C. 24:8 el perseverar hasta el fin comprende el permanecer fieles aun durante las pruebas que podamos experimentar en esta vida.
¿Qué podemos hacer para permanecer fieles durante los tiempos difíciles?
Qué les ha ayudado a soportar las experiencias difíciles que hayan tenido en su vida?
Conclusión
Si perseveramos fielmente hasta el fin, recibiremos la exaltación.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
1. “El escudo de la fe” (D. y C. 27:17)
Lea D. y C. 27:15, 17. El presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce, habla sobre este pasaje de las Escrituras, dijo:
“[La armadura de la] fe no se fabrica en una armería sino en la ‘industria’ casera del hogar.
“El propósito fundamental de todo lo que enseñamos es unir a padres e hijos con fe en el Señor Jesucristo, que sean felices en su casa, que estén sellados en un matrimonio eterno y ligados a sus generaciones; y que tengan la seguridad de la exaltación en la presencia de nuestro Padre Celestial…
“…Por tanto, nuestros líderes instan a los miembros a comprender que aquello que sea de más valor debe hacerse en el hogar. Algunos todavía no se dan cuenta de que muchas de las actividades que se llevan a cabo fuera del núcleo familiar, aun cuando bien intencionadas, dejan muy poco tiempo libre para hacer y ajustar la armadura de la fe en el hogar”
• ¿De qué modo pueden trabajar juntos padres e hijos para fabricar y fortalecer la armadura de la fe en la familia?
2. El proceso del arrepentimiento
• ¿Qué debemos hacer para arrepentirnos? ¿Qué enseña D. y C. 58:43 y 61:2 acerca del proceso del arrepentimiento? ¿Por qué es la confesión una parte importante del arrepentimiento? ¿Por qué es importante abandonar nuestros pecados como parte del arrepentimiento?
El élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce, hizo una reseña de los elementos esenciales del arrepentimiento, de la siguiente forma:
“El dolor por haber pecado:… Eso… despertará en ti el deseo sincero de cambiar y la disposición a someterte a todo requisito para alcanzar el perdón…
“El abandono del pecado: Es la determinación inalterable y permanente de no repetir la transgresión…
“Confesar el pecado: Siempre debes confesar tus pecados al Señor; pero si son graves, como la inmoralidad, debes confesarlos también al obispo o presidente de estaca…
“La restitución: Debes restaurar en todo lo posible lo que hayas robado, dañado o manchado…
“La obediencia a todo los mandamientos: La obediencia total te brinda el pleno poder del Evangelio… y comprende acciones que quizás no consideres parte del arrepentimiento, como asistir a las reuniones, pagar el diezmo y servir y perdonar a los demás…
“Reconocer al Salvador: De todos los pasos necesarios para el arrepentimiento, testifico que el más importante es que tengas la convicción de que el perdón se recibe por causa del Redentor”
3. Presentaciones de grupo
Lleve a la clase el juego de láminas Las bellas artes del Evangelio (34730 002). Divida la clase en dos grupos y entregue a cada uno de ellos la mitad de las láminas. Después pídales que tomen algunos minutos para preparar un mensaje utilizando las láminas para enseñar sobre los primeros principios y ordenanzas del Evangelio. Aliéntelos a utilizar entre 5 y 10 láminas. Conceda a cada grupo tiempo para dar su presentación.