- Hacemos convenios con nuestro Padre Celestial cuando participamos en las ordenanzas del Evangelio. Cuando hacemos convenios, Dios nos pone condiciones específicas y promete bendecirnos si las obedecemos. Al comprender mejor nuestros convenios, podremos honrarlos y recibir las bendiciones que nos ha prometido nuestro Padre Celestial.
- “Después de aceptar convenios y recibir ordenanzas, es preciso cumplirlos. Esa es la forma en que amamos al Señor.”
Richard J. Maynes
- Pida a los jóvenes que escojan un convenio (como por ejemplo, el bautismo, la Santa Cena o el matrimonio eterno) y compartan todo lo que saben acerca de él.
- Invite a un miembro de la clase a escribir en la pizarra lo que comenten los demás.
- Invite a cada miembro de la clase a leer (en grupos de a dos o en forma individual) un pasaje de las Escrituras que describa un convenio (tales como los pasajes que se encuentran en esta reseña).
- Mosíah 18:8–10; D. y C. 20:37 (Los convenios que hacemos al bautizarnos)D. y C. 20:77, 79 (Las oraciones sacramentales)D. y C. 84:33–44 (El juramento y el convenio del sacerdocio)Abraham 2:8–11 (Las promesas que se le hicieron a Abraham como parte del convenio abrahámico)
- “El nuevo y sempiterno convenio del matrimonio”, Leales a la Fe págs. 113.Predicad Mi Evangelio 2004, págs. 63–64, 87.
- A medida que lean, pídales que hagan una lista de las promesas que hacemos y de las que Dios nos hace con relación al convenio.
- Brinde la oportunidad de que cada joven pueda enseñar al resto de la clase lo que ha aprendido acerca de ese convenio.
- ¿Qué experiencias pueden compartir los jóvenes que demuestren cómo se cumplen las promesas de Dios?
- Invite a un miembro del obispado o a los misioneros de tiempo completo a visitar la clase y explicar qué hacen ellos para ayudar a las personas a prepararse para efectuar los convenios. ¿Cómo ayudan los misioneros a las personas para que comprendan los convenios? ¿Cómo instan a la gente a guardar sus convenios? Aliente a los jóvenes a hacer cualquier pregunta que deseen.
Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Comprenden cómo profundizar la comprensión de los convenios? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?
Russell M. Nelson, “Convenios”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 86–89.
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