Actividad para despertar el interés
Esos pequeños trozos son parte de una ilustración más grande, a pesar de que las pequeñas piezas son importantes, no tendrían ninguna importancia si no formaran parte de una ilustración completa. Las experiencias que tenemos, las decisiones que tomamos y las verdades que aprendemos son como pequeños trozos de una ilustración. Ellos no tendrían sentido si no formaran parte de una lámina completa: el plan de salvación. El conocimiento del plan de salvación nos ayuda a tomar las decisiones correctas, a tener gozo durante la vida terrenal y a prepararnos para la vida eterna.
1. El plan de salvación es “uno de los mejores dones que del cielo ha venido al género humano”.
El plan del Padre Celestial de ______________________ .
Termine la frase:
- Salvación (Alma 24:14; 42:5; Moisés 6:62).
- Restauración (Alma 41:2).
- Felicidad (Alma 42:8, 16).
- Misericordia (Alma 42:15, 31).
- Redención (Jacob 6:8; Alma 12:25–33).
• El profeta Alma hizo referencia al plan del Padre Celestial como el “gran plan de felicidad” (Alma 42:8).
• El profeta José Smith enseñó: “El gran plan de la salvación es algo que debería ocupar toda nuestra atención y estimarse como uno de los mejores dones que del cielo ha venido al género humano”
2. La vida preterrenal.
El plan de salvación se puede dividir en tres partes: la vida preterrenal, la vida terrenal y la vida después de la muerte.
Vida preterrenal: Una de las bendiciones más importantes de la Restauración es la gran cantidad de conocimiento que hemos adquirido de la vida preterrenal. Ese conocimiento nos sirve para entender el propósito de la vida y la parte que tenemos en el plan de salvación de Dios.
• Somos hijos e hijas de Dios y en la existencia preterrenal vivíamos como Sus hijos espirituales (D. y C. 76:24; 93:29).
• Antes de ser creada la tierra, el Padre Celestial convocó un concilio en los cielos y presentó el plan de salvación a todos Sus hijos espirituales. Algunos de los elementos del plan que presentó nuestro Padre Celestial en el mundo preterrenal fueron la expiación de Jesucristo; la creación de la tierra; la Caída; el período en la tierra durante el cual recibiríamos un cuerpo mortal y seríamos probados; el albedrío, o sea, el poder para escoger entre el bien y el mal. (Véase 2 Nefi 2:24–26; Alma 34:8–9; Abraham 3:24–25).
•La reacción que tuvo Jehová, el Primogénito del Padre, hacia el plan de salvación se encuentra en: ( Moisés 4:2. Si lo desea, lea D. y C. 19:16–19 y 76:40–42, con el fin de mostrar cómo obedeció el Salvador la voluntad del Padre, la expiación de Jesucristo hace posible el plan de salvación. El Salvador es la figura central del plan de Dios para nuestra salvación.)
• Lucifer se rebeló contra el plan de salvación, ya que él procuraba destruir nuestro albedrío y obtener el poder del Padre Celestial (Moisés 4:1, 3; D. y C. 29:36). Se convirtió en Satanás y, junto con sus seguidores, fue expulsado de la presencia del Padre y se le negó la mortalidad (D. y C. 29:36–38; 76:25–27; Moisés 4:4; Abraham 3:26).
• Job 38:4–7 Los profetas de los últimos días han enseñado que en el versículo 7 de este pasaje, se habla del regocijo que nosotros sentimos en la existencia preterrenal al aceptar el plan de salvación.
En el mundo preterrenal, el Padre Celestial escogió y preordenó a espíritus nobles para que sacaran adelante Su obra sobre la tierra (D. y C. 138:55–56; Abraham 3:22–23; véase también Enseñanzas del Profeta José Smith, págs. 453–454).
3. La vida terrenal.
Cuando aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial en la vida preterrenal, guardamos nuestro “primer estado” y, en virtud de nuestra fidelidad, se nos dio la oportunidad de venir a la tierra, el cual constituye nuestro “segundo estado” (Abraham 3:26).
Vida terrenal : Debido a la caída de Adán y Eva, nos encontramos en un estado caído, aquí en la vida terrenal (D. y C. 29:40); como consecuencia, estamos sujetos a la muerte física y también a la muerte espiritual, o sea, a la separación de la presencia de Dios (D. y C. 29:41–42; Alma 42:9, 14;). De las revelaciones de los últimos días, aprendemos que la Caída fue un paso necesario para nuestro progreso eterno. Eva habló de las bendiciones de la Caída: “De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad, ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes” (Moisés 5:11).
• Algunos de los propósitos de la vida terrenal son:
a. El recibir un cuerpo físico. El profeta José Smith dijo: “Vinimos a este mundo con objeto de obtener un cuerpo y poder presentarlo puro ante Dios en el reino celestial”
- b. El probar nuestra fidelidad por medio de la obediencia a los mandamientos de Dios (Abraham 3:25–26), lo cual incluye el arrepentirnos de nuestros pecados y recibir las ordenanzas de salvación (Alma 12:24; D. y C. 29:42–43; Artículo de Fe Nº 3).
- c. El vivir en familia y el sellar los hijos a los padres por medio de las ordenanzas del templo (Moisés 2:28; D. y C. 93:40; 131:1–4; 138:48).
La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles proclamaron que “el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos… El plan divino de felicidad permite que las relaciones familiares se perpetúen más allá del sepulcro. Las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los santos templos permiten que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias sean unidas eternamente”.
• Como parte de nuestra vida terrenal, a Satanás se le permite tentarnos (D. y C. 29:39). ¿Por qué? (Véase D. y C. 29:39; véase también 2 Nefi 2:11–13.) El albedrío es una parte importante del plan de salvación (Véase D. y C. 58:27–28; 101:78; 2 Nefi 2:25–27.)
4. La vida después de la muerte.
El hecho de que la vida no termina con la muerte física.
La vida después de la muerte:
• Al morir, nuestro espíritu entra en el mundo de los espíritus,Nuestros hechos de la vida terrenal influirán en nuestra vida después de la muerte en el mundo de los espíritus (Véase Alma 34:34; 40:11–14.)
• Las personas que no reciban el Evangelio aquí en la tierra tendrán la oportunidad de hacerlo en el mundo de los espíritus (D. y C. 137:7–9; 138:30–34). Nosotros podemos ayudarlos a recibir todas las bendiciones del plan de salvación hacer la obra de la historia familiar y el efectuar las ordenanzas del sacerdocio por ellos en los templos. (Véase D. y C. 128:6–8, 15.)
• La Caída trajo consigo la muerte física y la muerte espiritual al mundo. Por medio de la Expiación de Jesucristo, nos libraremos de la muerte física y todos resucitaremos, o sea, que “todos se levantarán de esta muerte [temporal]”. Nuestro espíritu se reunirá con nuestro cuerpo y podremos recibir “una plenitud de gozo”. (Véase Alma 11:42; D. y C. 88:14–16; 93:33). Para ser librados de la muerte espiritual (Véase Alma 42:11–13, 15; Artículo de Fe Nº 3.)
Después de resucitar regresaremos a la presencia de Dios para ser juzgados de acuerdo con nuestras obras (Alma 11:43–45; D. y C. 76:111). Heredaremos un lugar en el reino celestial, en el reino terrestre o en el reino telestial de acuerdo con la forma en que hayamos recibido “el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:51; véanse también los versículos 50, 79–82).
Conclusión
Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce dijo:
“El plan consiste de tres partes. Ustedes se encuentran en la segunda parte, o sea, en la del medio, en la que van a ser probados por medio de la tentación y las pruebas y, quizás, por la tragedia…
“¡Recuerden! La frase: ‘Y colorín colorado este cuento se ha acabado y todos vivieron felices para siempre’ nunca se escribió para el segundo acto. Esa frase pertenece al tercer acto, cuando los misterios se resuelvan y todo se ponga en orden…
“Hasta que no tengan una perspectiva más amplia de la naturaleza eterna de esta grandiosa obra, no podrán entender las injusticias de la vida. ¡Algunos nacen con tan poco mientras que otros con tanto! Algunos nacen en la pobreza, con incapacidades, con dolor, con sufrimiento. Hay quienes mueren prematuramente, incluso niños inocentes. En ocasiones, las fuerzas de la naturaleza se desatan brutalmente causando daños difíciles de olvidar y la crueldad que los hombres ejercen entre ellos se pone de manifiesto. Hemos visto mucho de eso en los últimos tiempos.
“No piensen que Dios causa eso intencionadamente sino que, para cumplir con Sus propósitos, permite que suceda. Cuando conozcan el plan y su propósito completo, verán que aun esas cosas son manifestaciones de un amoroso Padre Celestial” .
El tener un conocimiento del plan de salvación nos ayuda a tomar decisiones correctas, a encontrar dicha en la vida terrenal y a prepararnos para la vida eterna.
Lea Alma 12:32 este versículo se está hablando de Adán y Eva.
Cuando Adán y Eva recibieron los mandamientos, ellos ya tenían conocimiento del plan de redención.
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