Friday, February 13, 2015

Febrero...."¿Cómo puedo utilizar la música de la Iglesia para aprender sobre el Plan de Salvación?"...... Ven siqueme (Escuela Dominical)

La Primera Presidencia enseñó: “Algunos de los sermones más grandiosos se predicaron mediante el canto de los himnos. Los himnos nos instan a arrepentirnos y a hacer buenas obras, fortalecen nuestro testimonio y nuestra fe, nos consuelan cuando nos sentimos tristes o desesperanzados y nos inspiran a perseverar hasta el fin”. La mayoría de los principios del Evangelio, incluso los relacionados con el Plan de Salvación se enseñan poderosamente por medio de los himnos y otras canciones de la Iglesia.

Cada una de las actividades siguientes ayudará a los jóvenes a usar la música de la Iglesia para aprender más sobre el Plan de Salvación. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:
  • Muestre a los jóvenes el modo de utilizar el índice de temas del himnario o de las Canciones para los niños con el fin de encontrar música relacionada con el Plan de Salvación. Invite a cada uno de los jóvenes a seleccionar un himno o una canción y estudiar la letra y las Escrituras relacionadas (que se encuentra al final de cada canción). ¿Qué puntos de vista han obtenido acerca del Plan de Salvación gracias a la letra de los himnos?

  • Pida a los jóvenes que compartan alguna experiencia espiritual que hayan tenido con la música de la Iglesia. ¿Qué hizo que esa experiencia fuera significativa para ellos? ¿                            Cómo puede contribuir la música a enseñar una verdad del Evangelio?
  •                                                                                                                                                                 Pida a los jóvenes que vayan a la sección titulada “Cómo enriquecer las lecciones con música” en La enseñanza: El llamamiento más importante (págs. 200–203), donde se sugieren cinco maneras de usar la música en la enseñanza. Invite a los jóvenes a seleccionar una sugerencia que les interese y a estudiar esa sección individualmente o en grupos pequeños. Cuando hayan terminado, pídales que compartan con el resto de la clase lo que hayan aprendido y que expliquen cómo podrían seguir la sugerencia de enseñar a los demás sobre el Plan de Salvación. ¿Qué himnos o canciones utilizaron?
  • Escriba los siguientes encabezamientos en la pizarra: “La vida preterrenal”, “La vida terrenal” y “La vida después de la muerte”. Invite a los jóvenes a cantar o escuchar el himno “Oh mi Padre” (Himnos, Nº 187). Pídales que determinen qué enseña ese himno acerca de las tres partes del Plan de Salvación y escriba en la pizarra lo que hayan encontrado, bajo los títulos correspondientes. ¿Qué más aprendieron de este himno sobre el plan de nuestro Padre Celestial para nosotros? ¿Qué otros himnos o canciones para los niños piensan que enseñan acerca del Plan de Salvación? Invítelos a compartir sus pensamientos y sentimientos acerca de cómo el Espíritu nos enseña por medio de la música.
  • Colosenses 3:16 (Enseñaos el uno al otro por medio de la música o los himnos)
    D. y C. 25:12 (La canción de los justos es una oración al Señor)
Adoremos Por Medio De La Musica

Of the Quorum of the Twelve Apostles

Dallin H. Oaks
El cantar himnos es una de las mejores maneras de aprender el evangelio restaurado. El elder Stephen D. Nadauld [de los Setenta] describió esa característica única en estas líneas que escribió y que nos leyó en una reunión de las Autoridades Generales.

  • Si la doctrina y el plan
  • con poder fuera a enseñar,
  • buena música emplearía
  • para al hombre preparar.
  • Y a fin de grabar por siempre
  • la verdad en su corazón,
  • cantaría el mensaje sublime
  • de los himnos de Sión.
  • Las Escrituras contienen muchas afirmaciones de que el canto de himnos es una forma gloriosa de adorar al Señor. Antes de salir del aposento alto donde habían tenido la sublime experiencia de la Ultima Cena, el Salvador y Sus discípulos cantaron un himno; después del himno, el Salvador los condujo al Monte de los Olivos ( Mateo 26:30).
  • El apóstol Pablo aconsejó a los colosenses que debían estar “enseñándoos y exhortándoos unos a otros … cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16; véase también Alma 26:8).
  • La revelación moderna reafirma la importancia de la música sacra. En una de las primeras revelaciones que el Señor dio por medio del profeta José Smith, le mandó a Emma Smith lo siguiente:
  • “… hacer una selección de himnos sagrados, de acuerdo con lo que te sea indicado, para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado.
  • “Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mi, y será contestada con una bendición sobre su cabeza” (D. y C. 25: 11–12) .
  • En una revelación que se dio mediante otro profeta muchos años después, el Señor mandó a Su pueblo alabar “al Señor con cantos, [y] con música …” (D. y C. 136:28).
  • Es a instrucción de adorarlo con cantos no se limita a las reuniones grandes. Cuando los Apóstoles del Señor se reúnen en nuestros días, el canto de los himnos todavía forma parte de esas reuniones. Las que tienen semanalmente la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles en el Templo de Salt Lake empiezan siempre con un himno. El elder Russell M. Nelson toca el acompañamiento musical en el órgano. La Primera Presidencia, que dirige estas reuniones, nos hace alternar en el privilegio de elegir el primer himno; la mayoría de nosotros anota la fecha en que cantamos cada himno y, de acuerdo con mis anotaciones, el himno de apertura que mas se ha cantado es “Señor, te necesito” (Himnos, N° 49). Imaginen la fuerza espiritual de un grupo de siervos del Señor cantando ese himno antes de orar pidiendo Su guía para cumplir las serias responsabilidades que tienen.
  • El velo que nos separa del mundo de los espíritus es muy delgado en los templos, sobre todo cuando nos unimos para adorar por medio de la música. En las dedicaciones de templos he visto derramar mas lágrimas de gozo provocadas por la música que por las palabras. He leído relatos que cuentan de coros celestiales que se unen en estos himnos de alabanza, y creo que yo mismo lo he sentido en varias oportunidades. En sesiones de dedicación en las que ha habido hermosos y bien preparados coros de treinta voces, hubo momentos en que escuchaba lo que me parecía diez veces treinta voces alabando a Dios con sentimientos de tal calidad e intensidad que sólo se pueden experimentar, pero no se pueden describir. Algunos de los que me escuchan sabrán a que me refiero.
  • La música sagrada tiene la capacidad única de expresar nuestros sentimientos de amor por el Señor; ese tipo de comunicación es una maravillosa adición al acto de adorar. Muchas personas tienen dificultad para expresar con palabras los sentimientos de devoción, pero todos pueden unirse para comunicarlos por medio de las inspiradas palabras de nuestros himnos.
  • Cuando la congregación adora al Señor mediante el canto, todos los presentes deben participar. Deseo contar otra experiencia: Un domingo de mañana, en Salt Lake City, había cumplido una asignación especial que tenía y sentí deseos de asistir a una reunión sacramental. Me detuve en un centro de reuniones que quedaba de camino y, sin que me notaran, entre en la parte de mas atrás en el preciso momento en que la congregación empezaba a cantar esta letra sagrada de un himno sacramental:  Cuan grato es cantar loor                                                                                         a El que por Su gran amor                                                                                          al mundo vino a sufrir                                                                                                  y por los hombres a morir.

  • Sentí henchirse mi corazón al cantar este himno de adoración y prepararme para renovar nuestros convenios tomando la Santa Cena. Nuestras voces se elevaron en la ultima estrofa:                                     Pues el Señor Su vida dio                                                                                    y con Su sangre nos salvo.                                                                                          Cantad hosannas y loor                                                                                                 a Cristo por Su gran amor.


  • Al cantar estas palabras, observe a los miembros de la congregación y me quede asombrado al notar que una tercera parte de ellos no estaban cantando. )Cómo es posible? Los que ni siquiera querían repetir en voz baja las palabras, )lo hacían acaso para demostrar que para ellos no es “grato cantar loor” ni “cantar hosannas … a Cristo”? )Que estamos tratando de decir, en que estamos pensando cuando no cantamos en nuestros servicios de adoración?
  • Creo que algunos de nosotros, los de Estados Unidos, nos estamos descuidando en cuanto a la forma de adorar al Señor, incluso en cantar los himnos. Me he fijado en que los santos de otros países son mas diligentes en eso. Los que estamos en las estacas centrales de Sión debemos reanudar nuestra participación ferviente en el canto de los himnos.
  • Hay algunas cosas que debemos considerar al adorar por medio de la música. Mientras cantamos, debemos pensar en el mensaje que comunican las palabras. Nuestros himnos contienen enseñanzas doctrinales incomparables, cuyo efecto poético y veracidad sólo pueden verse sobrepasados por las Escrituras.
  • Dependemos de nuestros directores de música y acompañantes para dirigirnos de acuerdo con el ritmo apropiado; el cantar muy rápida o muy lentamente puede disminuir el efecto de la adoración.
  • Debemos considerar cuidadosamente la música que vamos a emplear en ambientes en los que deseemos contribuir al espíritu de adoración; muchas composiciones muy buenas para otros lugares apropiados no son adecuadas para las reuniones de la Iglesia.
  • Nuestros himnos se han elegido porque han probado que, en efecto, invitan al Espíritu del Señor a estar presente. Una de mis hijas que toca el violín lo describe diciendo: “Me encanta tocar la música clásica. Pero cuando toco los himnos de la Iglesia, siento el Espíritu del Señor en mi sala de estudio”.
  • Los solistas deben recordar que la música que se toca en nuestras reuniones de adoración no se toca para hacer demostraciones de talento sino para adorar al Señor; y los numeros vocales o instrumentales se deben elegir para fomentar esa adoración y no para dar una oportunidad de lucirse a los solistas, por muy grande que sea su talento.
  • La música sacra nos prepara con el fin de que se nos enseñen las verdades del evangelio. Por eso es que seleccionamos con esmero la clase de música y de instrumentos que se emplean en nuestros servicios de adoración. Por eso es que exhortamos a los coros de la Iglesia a usar el himnario como fuente principal de numeros musicales. Por supuesto, podemos seleccionar otras composiciones musicales que estén en armonía con el espíritu de nuestros himnos, como la maravillosa pieza “Oh divino Redentor”, de Charles Gounod, que se cantó en el funeral del presidente Ezra Taft Benson. Pero, por lo general, un himno del himnario es la pieza musical mas inspiradora y apropiada para un coro o un solista, ya sea vocal o instrumental. (Véase Michael F. Moody, Ensign, agosto de 1994, pág. 79.)
  • La música sacra puede sernos de ayuda aun cuando no se trate de una ocasión publica. Por ejemplo, cuando se presenta la tentación, podemos eliminar su efecto tarareando o repitiendo las palabras de un himno que nos guste. (Véase Boyd K. Packer, Ensign, enero de 1974, págs. 25–28.)
  • Nuestros himnos pueden tener su efecto milagroso aun cuando el coro de voces sea pequeño y apenas se oiga algún sonido. Experimenté esto hace unos meses cuando participe en una presentación musical que ha sido única en la experiencia que he tenido en la Iglesia. Me habían invitado a hablar en la conferencia para sordos, patrocinada por el Barrio del Valle de Salt Lake, de la Estaca Park de Salt Lake. Asistieron a esta conferencia mas de trescientos hermanos sordos. Los miembros de la presidencia de la estaca y yo éramos los pocos adultos de la congregación que oíamos y que tratamos de cantar en voz alta. Los demás cantaban con las manos. Muy pocos labios se movían y casi no se oía sonido alguno, con excepción del órgano y de las cuatro débiles voces que provenían del estrado. Las manos de todos los presentes se movían al unísono con el director al cantar: “Tal como un fuego se ve ya ardiendo el Santo Espíritu del gran Creador” (Himnos, # 2). Al cantar todos juntos, el Espíritu del Señor descendió sobre nosotros y nos preparó para la oración.
  • Nuestra música sacra es una gran preparación para la oración y para la enseñanza del evangelio.
  • Es preciso que empleemos mas nuestros himnos a fin de ponernos en armonía con el Espíritu del Señor, de unirnos y de ayudarnos a enseñar y a aprender la doctrina. Es preciso que usemos mas los himnos en la | enseñanza misional, en las clases del evangelio, en las reuniones de los quórumes, en las noches de hogar y en nuestras visitas de orientación familiar. La música es una manera L fervorosa de adorar a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo. Y debemos emplear los himnos siempre que nos hagan falta inspiración y fortaleza espiritual.
  • Los que hemos “sentido el deseo de cantar la canción del amor que redime” (Alma 5:26) debemos seguir cantando para acercarnos mas a Aquel que ha inspirado la música sagrada y mandado que la utilicemos para adorarlo.
  • Es mi humilde oración que seamos diligentes en hacerlo, la cual ofrezco con un testimonio de la veracidad del Evangelio de Jesucristo y del divino llamamiento que tienen aquellos a quienes hoy hemos sostenido. En el nombre de Jesucristo. Amén

         Jay E. Jensen Of the First Quorum of the Seventy

 Dos misioneros que se encontraban en Perú enseñando a un matrimonio de ancianos fueron interrumpidos por la llegada del hijo de éstos, de su esposa y de sus tres hijos. Los élderes les explicaron quiénes eran y qué estaban haciendo; pero la desconfianza que el hijo demostró en los misioneros originó un momento bastante incómodo. El compañero menor oró en silencio: “Padre Celestial, ¿qué hacemos?”; y recibió la impresión de que debían cantar, por lo que entonaron “Soy un hijo de Dios” 6 . El Espíritu conmovió el corazón de esa familia de cinco personas, y en lugar de dos, fueron siete las personas que se convirtieron, inicialmente influenciadas por un himno.
La música en las reuniones y en las clases de la Iglesia debe crear un espíritu de adoración, de revelación y de testimonio. El obispado o la presidencia de rama tienen la responsabilidad de escoger o de aprobar la música para las reuniones sacramentales. Ellos se aseguran de que la música, las palabras, y los instrumentos musicales sean sagrados, adecuados y que fomenten la adoración y la revelación. La música se convierte en una “actuación” cuando hace que la atención se centre en la interpretación. Hace años, yo estaba encargado de la música en una reunión en la cual un especial número musical fue una “actuación”. Me sentí decepcionado. El espíritu de adoración que había en la reunión decayó.

Los himnos invitan a la revelación

Los himnos “inducen a la reverencia” 7 . Las palabras reverencia y revelación son como gemelas que disfrutan de su mutua compañía. Cuando la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce invitan a los Setenta y al Obispado Presidente a una reunión con ellos, se nos recuerda llegar temprano y escuchar con reverencia el preludio. El hacerlo, invita a la revelación y nos prepara para la reunión.
El presidente Packer enseñó que un miembro que toque suavemente como preludio la música de un himno del himnario, “calmará nuestro sentimientos y hará que mentalmente repasemos la letra, la que nos enseña las cosas del reino. Si prestamos atención, nos daremos cuenta de que nos comunica las verdades del Evangelio, porque los himnos de la Restauración son, de hecho, un curso de doctrina” 8 .

Los himnos invitan a la conversión

Los himnos de la Restauración poseen el espíritu de la conversión y son el resultado del sacrificio. Himnos como “Loor al Profeta” 9 , “Oh, está todo bien” 10 , “Oh élderes de Israel” 11 , “Te damos, Señor, nuestras gracias”12 , “Oh Dios de Israel 13 ”, y muchos otros, fortalecen las grandes verdades de la Restauración tales como: la divinidad del Padre y del Hijo, el plan de redención, la revelación, las Escrituras de los últimos días, el recogimiento de Israel, el santo sacerdocio, y las ordenanzas y los convenios. Esos himnos que nutren el alma crean una atmósfera que invita el Espíritu que nos conduce a la conversión.
Sin esos himnos de adoración, ¡cuán incompletas y vacías serían nuestras reuniones sacramentales” 14 ! Entre todos los himnos, son sagrados aquellos que enseñan sobre el sacrificio y el derramamiento de la sangre de Jesucristo y sobre Su expiación infinita.
Mis primeros recuerdos del poder sanador del Salvador se relacionan con los himnos sacramentales. Para mí, esta oración es real: “Asombro me da el amor que me da Jesús, confuso estoy por Su gracia y por Su luz” 15 .
Mi comprensión de las doctrinas de la Expiación se vincula con los himnos. Esta estrofa lo ilustra:
                                                       Oh cuán glorioso y cabal                                                                  el plan de redención:                                                                                     merced, justicia y amor                                                                                                    en celestial unión  .

La enseñanza de los himnos a los niños comienza en el hogar

Cantar himnos y escuchar la música apropiada comienza en el hogar. La Primera Presidencia nos ha recordado:
“Como Santos de los Últimos Días debemos llenar nuestra casa de música que nos inspire…
“…esperamos que tenga un lugar prominente en nuestros hogares junto con las Escrituras y otros libros religiosos. Con el canto de los himnos podemos atraer al hogar un hermoso espíritu de paz que inspire amor y unidad en la familia.
“Enseñemos a nuestros hijos a familiarizarse con los himnos: cantémoslos los domingos, en la noche de hogar, al estudiar las Escrituras, antes o después de orar; cantémoslos mientras trabajemos y en cualquier momento en que estemos juntos; hagamos de ellos canciones de cuna para enseñar a nuestros pequeños a tener fe y testimonio” 17 .

Adorar con más significado mediante los himnos

Las lecciones importantes que he aprendido y que me esfuerzo por aplicar acerca de los himnos son:
  1. 1. 
    Esforzarme por ser más puntual a las reuniones, sentarme en silencio, oír la música del preludio y sentir la reverencia y la revelación.
  2. 2. 
    Salir de las reuniones con más reverencia, para permitir que la música que se toca al finalizar la reunión sea una extensión del espíritu de la reunión.
  3. 3. 
    Cantar los himnos. A menudo veo personas que tienen himnarios a la mano, pero que no cantan.
  4. 4. 
    Escoger himnos apropiados para la reunión y para los mensajes.
  5. 5. 
    Usar los himnos para presentar o recalcar en las clases las Escrituras y las verdades del Evangelio.
  6. 6. 
    Escuchar los himnos con más frecuencia en nuestro hogar, a fin de invitar que reine el Espíritu.
Ruego que eliminemos de nuestra vida toda música inapropiada y que sigamos el consejo de la Primera Presidencia: “Hermanos y hermanas, valgámonos de nuestros himnos para invitar al Espíritu del Señor para que esté presente en nuestras congregaciones, en nuestro hogar y en nuestra propia vida. Aprendámoslos de memoria, reflexionemos en lo que dicen, recitemos o cantemos la letra y permitamos que nos nutran espiritualmente. Recordemos que la canción de los justos es una oración para nuestro Padre Celestial, y ‘será contestada con una bendición sobre [nuestra] cabeza’ ” 18 . De estas verdades testifico, en el nombre de Jesucristo. Amén.
 Compartan lo que hayan aprendido. ¿Comprenden cómo deben utilizar la música de la Iglesia para enseñar y aprender sobre el Plan de Salvación? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Valdría la pena dedicar más tiempo a este tema?

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