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El sacerdote Elí tenia dos hijos de nombre Ofni y Finees ellos también eran sacerdotes pero eran inicuos. Cuando los israelitas iban al tabernáculo a ofrecer sacrificio, Ofni y Finees tomaban por la fuerza la carne de los animales que se iban a utilizar para el holocausto antes de quemar la grosura en el altar. También tomaban de la carne que la persona que hacia la ofrenda cocia para la comida del sacrificio. Esas eran transgresiones muy serias a las leyes de Dios y era como si le robaran a Él. Los hijos de Elí también cometieron el gravísimo pecado de seducir a las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo.
Y era Elí muy viejo y oía lo que sus hijos hacian con todo Israel y les dijo... No, hijos mios porque no es buena fama la que oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces lo juzgarán, mas si alguno pecare contra Jehová, quién rogará por él?... Después de reprender a sus hijos Elí no hizo nada más para enmendar los terribles pecados de su familia y los que llevaban a cabo en el tabernáculo.
Y vino un varón de Dios a Elí y le dijo: No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre cuando estaban en Egipto , en casa de Faraón?, porque habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas?, has honrado a tus hijos mas que a mi...Yo habia dicho que tu casa y la casa de tu padre andarian delante de mi perpetuamente, He aqui vienen dias en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre de modo que no haya anciano en tu casa. Verás tu casa humillada, mientras Israel será colmado de bienes... y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril y te será por señal esto, que acontecerá a tus dos hijos morirán en un mismo dia.
El presidente Joseph F. Smith enseñó: "Que no...haya uno de nosotros tan imprudentemente condescendiente, tan irreflexivo y tan superficial en nuestro cariño por nuestros hijos, que por temor de ofenderlos, no nos atrevamos a marcarles un alto en un curso errado, en hacer las cosas malas y en su desatinado amor por las cosas del mundo mas que por las cosas de la justicia".
Y el joven Samuel iba creciendo y era acepto delante de Dios. Y por aquellos tiempos la palabra de Jehová escaseaba, no habia visión con frecuencia. Y aconteció que un dia Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová donde estaba el arca de Dios, Jehová llamó a Samuel, y él respondió: Heme aqui.. creyendo que era Elí quien lo habia llamado, pero Eli le dijo que él no lo habia llamado y lo regresó para que se acostara...Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose vino una vez mas a Elí, preguntando si le habia llamado, diciendo Elí que no...Y Samuel no habia conocido aún a Jehová, y le llamó una tercera vez a Samuel y regresó otra vez con Elí, entonces entendió Elí que era Jehová, y dijo a Samuel: Ve acuéstate y si te llamare dirás: Habla Jehová, porque tu siervo oye... y se fué Samuel y se acostó y vino Jehová y se paró y llamó a Samuel entonces Samuel le contestó las palabras que le habia dicho Elí, y dijo Jehová: Haré una cosa en Israel que a quién la oyere le retiñiran los oidos, aquel dia cumpliré contra Elí todas las cosas que le he dicho... Y ala mañana siguiente Elí le preguntó a Samuel y el le dijó lo que Jehová le habia dicho.
Y Samuel creció y Jehová estaba con él y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y fué Samuel juez de Israel y aconteció que habiendo Samuel envejecido puso a sus hijos por jueces sobre Israel, pero no anduvieron sus hijos por el camino de su padre, se volvieron tras la avaricia dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Y vinieron los ancianos de Israel para ver a Samuel y le dijeron: He aqui, tu has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos por tanto constituyénos un rey para que nos juzgue y saldrá delante de nosotros y hará nuestras guerras como tienen todas las naciones,,,Pero ho agradó a Samuel estas palabras y oró a Jehová. Y dijo Jehová: Oye la voz del pueblo y has como te han dicho porque no te han desechado a ti, sino a mi. mas diles los problemas de tener un rey: - Un rey tomará a vuestros hijos los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo para que corran delante de su carro.
- Los pondrá para que aren sus campos y sieguen sus mieses.
- Que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.
- Tomarán a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.
- Tomarán lo mejor de vuestras tierras y los dará a sus siervos.
- Diezmará vuestro grano y vuestras viñas para dar a sus oficiales y a sus siervos.
- Tomará vuestros mejores jovenes y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras.
- Diezmará también vuestros rebaños.
Y clamaréis aquel dia a causa de vuestro rey que habéis elegido, mas Jehová no responderá en aquel dia. Y Samuel dijo estas palabras al pueblo, mas no quisieron escucharle.
El Señor Jesucristo es nuestro rey, de la misma forma en que lo fue para los israelitas, porque Dios es el Rey de toda la tierra, Jehová es nuestro escudo. (Salmos 47:7; 89:18).
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