Saturday, January 24, 2015

“Preparad el camino del Señor”...Lección #4 del Nuevo Testamento

Actividad para despertar el interes; sabe que significan estas palabras?

Es la palabra hebrea Mesías, que significa ungido. Los judíos habían esperado por siglos la llegada del Mesías, quien, según la profecía, sería su Rey y Libertador ungido. La palabra griega que equivale a Mesías es Cristo. Jesucristo era el Mesías que habían esperado por tanto tiempo, y Juan el Bautista fue el profeta enviado para prepararle el camino.

1. Juan el Bautista prepara el camino del Señor Jesucristo.

Mateo 3:1–12; En aquellos dias vino Juan el Bautista diciendo:  Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Porque éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.
Siglos antes del nacimiento de Juan, muchos profetas previeron su ministerio y testificaron de su grandeza como uno que prepararía el camino para el Mesías
Isaías 40:3; Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; enderezad calzada en el yermo para nuestro Dios.
 1 Nefi 10:7–10;  También les habló acerca de un profeta que habría de preceder al Mesías, para preparar la vía del Señor, sí, y que saldría y proclamaría en el desierto: Preparad el camino del Señor y enderezad sus sendas, porque entre vosotros se halla uno a quien no conocéis; y más poderoso es que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su zapato, y que después de haber bautizado al Mesías con agua, vería y daría testimonio de haber bautizado al Cordero de Dios, que quitaría los pecados del mundo.
Como preparación para el ministerio de Juan, el ángel Gabriel anunció el nacimiento de Juan.
 Lucas 1:13–19, Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque será grande delante del Señor. Y a muchos de los hijos de Israel hará volver al Señor su Dios. Porque irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas.
Zacarías profetizó en el día en que se dio el nombre y se circuncidó a Juan (Lucas 1:67–79) y un ángel ordenó a su misión al pequeño Juan de ocho días de nacido (D. y C. 84:27–28). La declaración culminante en cuanto a la grandeza de Juan la hizo el Salvador mismo, cuando dijo: “…entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista” (Lucas 7:28).
Juan nació unos seis meses antes de Jesús. Poco antes del nacimiento de Jesús, Herodes, sintiéndose amenazado por el anuncio de que había nacido un nuevo rey de los judíos, “…mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores” (Mateo 2:16). Con el fin de proteger a Jesús, un ángel se apareció a José en un sueño y le indicó que debía llevar a Jesús y a María a Egipto (Mateo 2:13–15). Con el fin de proteger a Juan, “…Zacarías hizo que Elisabet lo llevara a las montañas donde se crió, alimentándose de langostas y miel silvestre”, Juan inició muchos años después su ministerio público, predicando primeramente en el desierto y después en Jerusalén y en “… toda la provincia de alrededor del Jordán” (Mateo 3:5).
Juan predicó el arrepentimiento a fin de para preparar a las personas para la venida del Salvador (Mateo 3:1–2.) ¿Qué significa arrepentirse? a. Ser contristados según Dios por el pecado (2 Corintios 7:9–10). b. Confesar y abandonar los pecados (D. y C. 58:42–43). c. Cuando sea posible, enmendar el mal que se ha hecho (Lucas 19:8). d. Obedecer los mandamientos (D. y C. 1:31–32). e. Tornarse al Señor y servirle (Mosíah 7:33).
Los fariseos y los saduceos fueron testigos de bautismos efectuados por Juan el Bautista pero eligieron no bautizarse (Mateo 3:7; Lucas 7:29–30). Juan los reprendió, instándolos a arrepentirse y a dar frutos dignos de arrepentimiento (véase la Traducción de José Smith, Mateo 3:35 [sólo en inglés]; la palabra frutos se refiere a los resultados). 
¿Cuáles son los frutos del arrepentimiento?...25 Las primicias del arrepentimiento es el bautismo; y el bautismo viene por la fe para cumplir los mandamientos; y el cumplimiento de los mandamientos trae la remisión de los pecados;
 26  y la remisión de los pecados trae la mansedumbre y la humildad de corazón; y por motivo de la mansedumbre y la humildad de corazón viene la visitación del Espíritu Santo, el cualConsolador llena de esperanza y de amor perfecto, amor que perdura por la diligencia en la oración, hasta que venga el fin, cuando todos los santos morarán con Dios. (Véase Moroni 8:25–26.)
 Juan bautizó “…en agua para arrepentimiento” y prometió que Jesús bautizaría “…en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11). Ser bautizado “en Espíritu Santo y fuego” significa que: Somos bautizados en Espíritu Santo y fuego cuando recibimos el don del Espíritu Santo mediante la imposición de manos (D. y C. 20:41). “El don del Espíritu Santo es el derecho de tener, siempre que sea uno digno, la compañía del Espíritu Santo… Éste actúa como agente limpiador para purificar a una persona y santificarla de todo pecado. Es por eso que a menudo se hace referencia a él como ‘fuego’”.

2. Jesús es bautizado por Juan el Bautista.

Mateo 3:13–17: Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para serbautizado por él.                14 Pero Juan se lo impedía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.            16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.                                         17 Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco.
Juan dudó en bautizar a Jesús porque se sentia indigno diciendo que él necesitaba ser bautizado por Él.  (Mateo 3:14.) Pero Jesús debia de bautizarse para cumplir con toda justicia y obedecer al Padre en todos los mandamientos (Mateo 3:15; 2 Nefi 31:6–7, 9–11.) Asi que mas nos es necesario que nos bauticemos nosotros pues Jesús siendo santo tiene necesidad de ser bautizado sin tener pecados nosotros siendo pecadores tenemos mas necesidad (2 Nefi 31:5, 12–13, 17–18; D. y C. 20:71; 49:13–14.)• Al bautizarnos hacemos convenios de humillarnos ante Dios, testificar que nos hemos arrepentido de nuestros pecados con un Espiritu contricto, Tomar sobre sí el nombre de Jesucristo y servirle hasta el fin.(D. y C. 20:37.) 

3. Jesús vence las tentaciones de Satanás en el desierto.

Poco después de Su bautismo, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para estar con Dios (Traducción de José Smith, Mateo 4:1). De esa manera y con esa experiencia se preparó  Jesús para vencer las tentaciones de Satanás …Pues: 

. Trató Satanás de apelar al deseo de satisfacer el apetito físico de Jesús cuando tentó a Jesús, sabia que habia ayunado tentandolo a convertir las piedras en pan (Mateo 4:2–3). 
• Satanás trató de apelar al orgullo cuando tentó a Jesús a echarse del pináculo y probar que tenía el poder para ser salvado por ángeles (Mateo 4:5–6). 
• Satanás le ofreció los reinos del mundo a Jesús si éste le adoraba (Mateo 4:8–9.) Pero era falso el ofrecimiento de Satanás de darle a Jesús los reinos del mundo porque el dueño de todo lo que en el mundo hay es del Señor. (Véase D. y C. 104:14.) 
• Jesús respondió a cada una de las tentaciones de Satanás citando las Escrituras:                          Mateo 4:3–4: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.                                                                                                                                                 Mateo 4:6–7, Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.                                     Mateo 4:8–10 Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás.
Las Escrituras nos dan fuerza para vencer la tentación: 29  Sí, vemos que todo aquel que quiera, puede asirse a la palabra de Dios, que es viva y poderosa, que partirá por medio toda la astucia, los lazos y las artimañas del diablo, y guiará al hombre de Cristo por un camino estrecho y angosto, a través de ese eterno abismo de miseria que se ha dispuesto para hundir a los inicuos,
 30  y depositará su alma, sí, su alma inmortal, a la diestra de Dios en el reino de los cielos, para sentarse con Abraham, con Isaac, y con Jacob, y con todos nuestros santos padres, para no salir más.(Helamán 3:29–30.)
• En dos ocasiones Satanás puso en tela de juicio el que Jesús fuera el Hijo de Dios (Mateo 4:3, 6). ¿Por qué piensan que hizo esa pregunta Satanás? ¿Cómo hace él esa pregunta en el mundo actual? Cuando enfrentamos tentaciones, ¿cómo nos ayuda el saber que somos hijos de Dios? (Moisés 1:12–22),• ¿Cómo nos puede ayudar el saber que Jesús, el Hijo de Dios, enfrentó tentaciones similares a las que tenemos nosotros? (Hebreos 4:14–15.)
El élder Joseph B. Wirthlin dijo: “El Señor está en conocimiento de nuestra capacidad mortal y conoce nuestras debilidades; entiende los desafíos que enfrentamos cada día; se da cuenta de las grandes tentaciones de los apetitos y las pasiones terrenales” (Liahona, julio de 1996, pág. 36.

4. Algunos de los discípulos de Juan el Bautista deciden seguir a Jesús.

Mateo 3:16–17. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.                                                                                                                           17 Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco.
•La palabra “Bautismo deriva de una palabra griega que significa “meter en un líquido” o “sumergir”. Y el Salvador nos enseñó la manera correcta del bautizmo.
Y Juan después de bautizar a Jesús vió al Espiritu en forma de paloma y escuchó la voz del Padre lo que nos enseña acerca de la naturaleza de la Trinidad que Nuestro Padre Celestial, Jesucristo y el Espíritu Santo son tres personajes separados. (Mateo 3:16-17).

Jesús muestra respeto y amor por Su madre.

Después que Jesús fue bautizado, Él y Sus discípulos asistieron a unas bodas en Caná (Juan 2:1–11). Cuando Su madre le dijo que no había vino para la fiesta, Él le preguntó lo que ella quería que hiciera por ella y dijo que lo haría (véase la Traducción de José Smith, Juan 2:4 [sólo en ingles), y este fue el primer milagro de Jesús que está registrado en el Nuevo Testamento.

Jesús muestra reverencia al purificar el templo.

  Juan 2:13–17, narra la ocasión en que Jesús encuentra a los mercaderes y a los cambistas que profanan el templo. Jesús mostró respeto y reverencia cuando “…echó fuera del templo a todos… y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas” (Juan 2:15). la reverencia hacia nuestro Padre Celestial abarca mucho más que meramente estar sentados en silencio en la iglesia. Incluye el demostrar con nuestros hechos que le amamos y que reconocemos Su poder.

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