Wednesday, December 24, 2014

La creación...Capítulo #5 de Principios del Evangelio

El plan que Dios tiene para nosotros:

Era necesario que vinieramos a la tierra porque cuando vivíamos en calidad de hijos espirituales con nuestros Padres Celestiales, nuestro Padre Celestial nos habló del plan que tenía para que llegáramos a ser más como Él. Cuando escuchamos Su plan, nos regocijamos.                                                                                                                                                                             Job 38:7 "Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?" 
Estábamos ansiosos por tener nuevas experiencias y, para que eso sucediera, era necesario que nos alejáramos de la presencia de nuestro Padre y recibiéramos cuerpos mortales. Necesitábamos otro lugar para vivir en donde pudiéramos prepararnos para ser como Él. A nuestro nuevo hogar se le llamó tierra.

Jesús creó la tierra

Jesucristo creó este mundo y todo lo que hay en él; también creó muchos mundos más, y lo hizo por medio del poder del sacerdocio, bajo la dirección de nuestro Padre Celestial. Dios el Padre dijo: 
Moisés 1:33  "Y he creado incontables mundos, y también los he creado para mi propio fin; y por medio del Hijo, que es mi Unigénito, los he creado."
Tenemos otros testimonios de esta verdad. José Smith y Sidney Rigdon vieron a Jesucristo en una visión y testificaron.
D. y C. 76:24 "Que por él, por medio de él y de él los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios."

Cómo se llevó a cabo la Creación

La tierra y todo lo que hay en ella se creó espiritualmente antes de crearse físicamente.

 Moisés 3:5 "y toda planta del campo antes que existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese. Porque yo, Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra. Pues yo, Dios el Señor, no había hecho llover sobre la faz de la tierra. Y yo, Dios el Señor, había creado a todos los hijos de los hombres; y no había hombre todavía para que labrase la tierra; porque los habíacreado en el cielo; y aún no había carne sobre la tierra, ni en el agua, ni en el aire;"

Al planear la creación de la tierra en su estado físico, Cristo dijo a quienes se hallaban con Él: “…Abraham 3:24 "Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con él: Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual éstos puedan morar;"

Bajo la dirección del Padre, Cristo formó y organizó la tierra. Dividió la luz de las tinieblas para hacer el día y la noche. Formó el sol, la luna y las estrellas; separó las aguas de la tierra seca para formar mares, ríos y lagos. Hizo que la tierra fuera hermosa y productiva, y creó el césped, los árboles, las flores y otras plantas de todo tipo; dichas plantas contenían semillas de las cuales podrían crecer nuevas plantas. Después, creó los animales: peces, ganado, insectos y toda clase de aves. Esos animales tenían la habilidad de reproducirse según su especie.

Ahora, la tierra estaba lista para la creación más importante: el género humano. Nuestros espíritus recibirían cuerpos de carne y sangre para que pudieran vivir en la tierra. …” (Moisés 2:26 "Y yo, Dios, dije a mi Unigénito, el cual fue conmigo desde el principio: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y fue hecho. Y yo, Dios, dije: Tenga dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado, sobre toda la tierra y sobre todo lo que se arrastra sobre la tierra". 
Y así fueron formados el primer hombre, Adán, y la primera mujer, Eva, y se les dieron cuerpos semejantes a los de nuestros padres celestiales. “…Génesis 1:27 "a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”
.

Cuando el Señor hubo terminado Sus creaciones, se sintió complacido y supo que Su obra era buena, y descansó por un tiempo.

Las creaciones de Dios demuestran Su amor

  • Ahora vivimos en este hermoso mundo. Piense en el sol, que nos brinda calor y luz; en la lluvia, que hace que las plantas crezcan y que deja el ambiente limpio y fresco. Piense en lo hermoso que es escuchar el canto de un pajarillo o en la risa de un amigo, incluso en lo maravilloso que es nuestro cuerpo; la forma en la cual podemos trabajar, divertirnos y descansar. Al considerar todas esas creaciones, comenzamos a entender lo sabios, poderosos y amorosos que son Jesucristo y nuestro Padre Celestial. Ellos nos han demostrado un gran amor al proporcionarnos lo necesario para satisfacer todas nuestras necesidades.
La vida vegetal y la animal también se hicieron con el propósito de darnos gozo. El Señor dijo: “sí, todas las cosas que de la tierra salen, en su sazón, son hechas para el beneficio y el uso del hombre, tanto para agradar la vista como para alegrar el corazón; sí, para ser alimento y vestidura, para gustar y oler, para vigorizar el cuerpo y animar el alma”  (D. y C. 59:18–19). A pesar de que las creaciones de Dios son muchas, Él las conoce y las ama a todas. Él dijo: “…para mí todas las cosas están contadas, porque son mías y las conozco” (Moisés 1:35).
Pasajes adicionales de las Escrituras
  • Génesis 1

     En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

  •  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
     Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.
     Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas.
     Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el día primero.
     Y dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe aquél las aguas de las aguas.
     E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
     Y llamó Dios al firmamento Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
     Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
     10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
     11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su especie, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
     12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno.
     13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
     14 Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales, y para las estaciones, y para los días y para los años;
     15 y sean por lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
     16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
     17 Y las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
     18 y para señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
     19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
     20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos.
     21 Y creó Dios las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
     22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
     23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
     24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
     25 E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, y ganado según su especie, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
     26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.
     27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
     28 Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; yhenchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
     29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da semilla que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da semilla os será para comer.
     30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer. Y fue así.
     31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era buenoen gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
  • Genesis 2:1–7 

        Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todas las huestes de ellos.

  •  Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y reposó el día séptimo de toda la obra que había hecho.
     Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposóde toda la obra que había creado y hecho.
     Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día en que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
     y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que brotase; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra;
     sino que subía de la tierra un vapor que regaba toda la faz de la tierra.
     Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra ysopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre alma viviente.
  • Abraham 3:22-23

     22 Y el Señor me había mostrado a mí, Abraham, las inteligencias que fueron organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas éstas había muchas de las nobles y grandes;


     23  y vio Dios que estas almas eran buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A éstos haré mis gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio que eran buenos; y me dijo: Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer.
  • Abraham 4  


       Entonces el Señor dijo: Descendamos. Y descendieron en elprincipio, y ellos, esto es, los Dioses, organizaron y formaron los cielos y la tierra.
      Y la tierra, después de ser formada, estaba vacía y desolada, porque no habían formado más que la tierra; y la obscuridad prevalecía sobre la haz del abismo, y el Espíritu de los Dioses cubría la faz de las aguas.
      Y ellos (los Dioses) dijeron: Haya luz; y hubo luz.
      Y ellos (los Dioses) comprendieron la luz, porque brillaba; y separaron la luz, o sea, hicieron que fuera separada de las tinieblas.
      Y los Dioses llamaron a la luz Día, y a las tinieblas llamaron Noche. Y aconteció que desde la tarde hasta la mañana llamaron noche, y desde la mañana hasta la tarde llamaron día; y éste fue el primero, o sea, el principio de lo que ellos llamaron día y noche.
      Y los Dioses también dijeron: Haya una expansión en medio de las aguas, y ésta separará las aguas de las aguas.
      Y los Dioses ordenaron la expansión, de modo que separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión; y así fue, tal como ordenaron.
      Y los Dioses llamaron a la expansión Cielo. Y sucedió que lo que fue desde la tarde hasta la mañana llamaron noche; y sucedió que lo que fue desde la mañana hasta la tarde llamaron día; y fue la segunda ocasión que designaron noche y día.
      Y los Dioses ordenaron, diciendo: Júntense en un lugar lasaguas que están debajo del cielo, y aparezca la tierra seca; y fue hecho como lo ordenaron;
     10  y a la parte seca los Dioses llamaron Tierra; y al recogimiento de las aguas llamaron Grandes Aguas; y los Dioses vieron que se les obedecía.
     11  Y los Dioses dijeron: Preparemos la tierra para que produzcapasto; la hierba que dé semilla; el árbol frutal que dé fruto según su especie, cuya semilla dentro de sí reproduzca su especie sobre la tierra; y fue así, tal como ordenaron.
     12  Y los Dioses organizaron la tierra para que produjese el pasto de su propia semilla, y la hierba para que de su propia semilla produjese hierba, dando semilla según su especie; y la tierra para que produjese el árbol frutal de su propia semilla, cuya semilla sólo pudiera reproducir lo que estuviese en sí, según su especie; y los Dioses vieron que se les obedecía.
     13  Y aconteció que contaron los días; de la tarde a la mañana llamaron noche, y aconteció que de la mañana a la tarde llamaron día; y fue la tercera ocasión.
     14  Y los Dioses organizaron los luminares en la expansión del cielo, e hicieron que separasen el día de la noche; y los organizaron para que fuesen por señales y por estaciones, y por días y por años;
     15  y los organizaron para que fuesen por luminares en la expansión del cielo, para alumbrar la tierra; y fue así.
     16  Y los Dioses organizaron los dos grandes luminares, el luminar mayor para señorear el día, y el luminar menor para señorear la noche; con el luminar menor también fijaron las estrellas;
     17  y los Dioses los pusieron en la expansión de los cielos para dar luz a la tierra, y para que señoreasen el día y la noche, y hacer que separasen la luz de las tinieblas.
     18  Y los Dioses vigilaron aquellas cosas que habían ordenado hasta que obedecieron.
     19  Y sucedió que de la tarde a la mañana fue noche; y sucedió que de la mañana a la tarde fue día; y fue la cuarta ocasión.
     20  Y los Dioses dijeron: Preparemos las aguas para que produzcan en abundancia los seres animados que tienen vida; y las aves, para que vuelen sobre la tierra en la vasta expansión del cielo.
     21  Y los Dioses prepararon las aguas para que produjesen grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, los cuales las aguas habían de producir abundantemente, según su especie; y toda ave alada, según su especie. Y los Dioses vieron que se les obedecería, y que su plan era bueno.
     22  Y los Dioses dijeron: Los bendeciremos y haremos que fructifiquen y se multipliquen y llenen las aguas en los mares, o sea, las grandes aguas; y haremos que las aves se multipliquen en la tierra.
     23  Y sucedió que de la tarde a la mañana llamaron noche; y sucedió que de la mañana a la tarde llamaron día; y fue la quinta ocasión.
     24  Y los Dioses prepararon la tierra para que produjese animales vivientes, según su especie, ganado y todo lo que se arrastra, y bestias de la tierra según su especie; y así se hizo, tal como habían dicho.
     25  Y los Dioses organizaron la tierra para que produjese las bestias según su especie, y ganado según su especie; y todo lo que se arrastra sobre la tierra, según su especie; y los Dioses vieron que obedecerían.
     26  Y los Dioses tomaron consejo entre sí, y dijeron: Descendamos y formemos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y le daremos dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado y sobre toda la tierra y toda cosa que se arrastra sobre la tierra.
     27  De modo que los Dioses descendieron para organizar al hombre a su propia imagen, para formarlo a imagen de los Dioses, para formarlos varón y hembra.
     28  Y dijeron los Dioses: Los bendeciremos. Y los Dioses dijeron: Haremos que fructifiquen y se multipliquen, y llenen la tierra y la sojuzguen; y que tengan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre toda cosa viviente que se mueve sobre la tierra.
     29  Y los Dioses dijeron: He aquí, les daremos toda hierba que produce semilla que nacerá sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol que producirá fruto; sí, les daremos el fruto del árbol que da semilla; esto les será por alimento.
     30  Y a toda bestia de la tierra, a toda ave del cielo y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, he aquí, les daremos vida, y también, les daremos toda hierba verde como alimento, y así se organizarán todas estas cosas.
     31  Y los Dioses dijeron: Haremos todo lo que hemos dicho y los organizaremos; y he aquí, serán muy obedientes. Y sucedió que de la tarde a la mañana llamaron noche; y sucedió que de la mañana a la tarde llamaron día; y contaron la sexta ocasión.
  • Abraham 5
  •   Y así terminaremos los cielos y la tierra, y todas sus huestes.
      Y los Dioses dijeron entre sí: En la séptima ocasión terminaremos nuestra obra que hemos acordado; y en ella descansaremos de toda nuestra obra que hemos acordado.
      Y en la séptima vez los Dioses concluyeron, porque en ella iban a descansar de todas sus obras que ellos (los Dioses) acordaron entre sí formar; y la santificaron. Y así fueron sus decisiones al tiempo que acordaron entre sí formar los cielos y la tierra.
      Y descendieron los Dioses y formaron los orígenes de los cielos y de la tierra, cuando fueron hechos el día en que los Dioses formaron la tierra y los cielos,
      de acuerdo con todo lo que habían dicho concerniente a toda planta del campo antes que se hallase sobre la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese; porque los Dioses no habían hecho llover sobre la tierra cuando acordaron hacerlos, y no habían formado al hombre para que labrase la tierra.
      Mas subía de la tierra un vapor y regaba toda la faz de la tierra.
      Y los Dioses formaron al hombre del polvo de la tierra, y tomaron su espíritu (esto es, el espíritu del hombre), y lo pusieron dentro de él; y soplaron en su nariz el aliento de vida, y el hombre fue alma viviente.
      Y los Dioses plantaron un jardín hacia el oriente en Edén, y allí pusieron al hombre, cuyo espíritu habían puesto dentro del cuerpo que habían formado.
      Y los Dioses hicieron que de la tierra naciese todo árbol que es agradable a la vista y bueno como alimento; también el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
     10  Había un río que corría del Edén para regar el jardín, y de allí se repartía en cuatro brazos.
     11  Y los Dioses tomaron al hombre y lo pusieron en el Jardín de Edén para que lo labrase y lo guardase.
     12  Y los Dioses dieron mandamiento al hombre, diciendo: De todo árbol del jardín podrás comer libremente,
     13  mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque en la ocasión en que de él comieres, de seguro morirás. Ahora bien, yo, Abraham, vi que era según el tiempo del Señor, que era según el tiempo de Kólob; porque hasta entonces los Dioses aún no le habían señalado a Adán su manera de calcular el tiempo.
     14  Y los Dioses dijeron: Hagamos una ayuda idónea al hombre, por cuanto no es bueno que el hombre esté solo; por consiguiente, formaremos para él una ayuda idónea.
     15  Y los Dioses hicieron que cayera un sueño profundo sobre Adán, y durmió; y tomaron una de sus costillas y cerraron la carne en su lugar;
     16  y de la costilla que los Dioses habían tomado del hombre, formaron ellos una mujer, y se la trajeron al hombre.
     17  Y Adán dijo: Ésta era hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ahora será llamada Varona, porque del varón fue tomada;
     18  por lo tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.
     19  Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
     20  Y de la tierra formaron los Dioses toda bestia del campo y toda ave del cielo, y las llevaron a Adán para ver qué nombre les había de dar; y lo que Adán llamara a toda cosa viviente, tal sería su nombre.
     21  Y Adán dio nombre a todo ganado, a las aves del cielo, a toda bestia del campo; y se halló una ayuda idónea.


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