Tuesday, May 30, 2017

Lección # 17..."La ley del diezmo y la ley del ayuno",, Doctrinas y Convenios y la Historia de la Iglesia

Actividad para despertar el interés

• ¿Qué representa este dinero?
Dependiendo de la forma en que se utilice el dinero, éste podría representar varias cosas y conceptos. Por ejemplo, puede representar bienes materiales, poder, avaricia o los artículos básicos de primera necesidad.
Si el dinero se utiliza de cierta forma, aun en pequeñas cantidades, puede representar nuestro deseo de querer ayudar a edificar el reino de Dios, y también nuestra preocupación por los demás, nuestra fe, nuestra obediencia y nuestro amor por el Señor. En esta lección se analiza cómo podemos edificar el reino y prestar servicio a los demás por medio del pago de los diezmos y de las ofrendas de ayuno.

1. El Señor nos ha mandado pagar el diezmo y ha prometido grandes bendiciones para quienes obedezcan ese mandamiento.

La definición del diezmo según el Señor
• El profeta José Smith recibió una revelación sobre el diezmo el 8 de julio de 1838 en Far West, Misuri. Lea D. y C. 119:3–4  ¿cómo define el Señor lo que es el diezmo?
La Primera Presidencia definió lo que es el diezmo de la siguiente manera: “La declaración más sencilla que conocemos sobre esto es la que dio el Señor mismo, a saber, que los miembros de la Iglesia deben pagar ‘la décima parte de todo su interés anualmente’, lo cual debe entenderse como los ingresos anuales. Nadie está justificado en hacer ninguna otra declaración” (Carta de la Primera Presidencia, fechada el 19 de marzo de 1970).
El presidente Joseph Fielding Smith, del Quórum de los Doce, explicó: “Es extraordinario cuántas excusas e interpretaciones se han dado acerca de lo que constituye el diez por ciento… Sin embargo, está escrito que con la medida que midamos se nos medirá a nosotros. Si somos tacaños con el Señor, él también puede serlo con nosotros, o en otras palabras, puede retener Sus bendiciones” 
Las promesas del Señor hacia quienes paguen el diezmo
• Lea Malaquías 3:8–9 o 3 Nefi 24:8–9  ¿De qué manera “robamos a Dios” si no pagamos los diezmos y las ofrendas? 
• Lea Malaquías 3:10–12 o 3 Nefi 24:10–12  ¿Qué promete el Señor a quienes paguen los diezmos? 
El élder John A. Widtsoe, del Quórum de los Doce, habló de las bendiciones espirituales que se reciben al pagar el diezmo:
“La persona que pague el diezmo establece una comunión con el Señor. Ésa es la recompensa más linda. La obediencia a la ley del diezmo, como a la de cualquier otra ley, trae un profundo gozo interior, una satisfacción y una comprensión que no se puede obtener de ninguna otra forma. En un sentido real, el hombre se convierte en socio, muy humilde por cierto, del Señor en el formidable programa eterno que se ha establecido para la salvación del género humano. Los principios que provienen de la verdad son más claros de comprender y el vivirlos se hace más fácil. Se establece una nueva cercanía entre el hombre y su Hacedor. La oración se hace más natural; la duda desaparece, la fe avanza, la certeza y la valentía alientan el alma. El sentido espiritual se agudiza; la voz eterna se escucha más claramente. El hombre se llega a parecer más a su Padre Celestial”
La siguiente historia, que relató el élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce, ilustra cómo podemos recibir bendiciones temporales por medio del pago de los diezmos:
“Durante la Segunda Guerra Mundial, mi madre viuda mantuvo a sus tres hijos pequeños con su sueldo de maestra de escuela, que era muy exiguo. Cuando llegué a darme cuenta de que vivíamos sin algunas cosas deseables porque no contábamos con suficiente dinero, le pregunté a mi madre por qué pagaba tanto de su sueldo como diezmo. Nunca he olvidado la explicación que me dio: ‘Dallin, quizá haya gente que se las arregle sin pagar el diezmo, pero nosotros no podemos. El Señor se ha llevado a tu padre y he quedado yo para criarlos a ustedes; no puedo hacerlo sin las bendiciones del Señor, y recibo esas bendiciones al pagar un diezmo íntegro. Cuando pago mi diezmo, tengo la promesa del Señor de que Él nos bendecirá, y necesitamos esas bendiciones para arreglárnoslas para vivir’ ” 
• ¿Qué bendiciones han recibido al obedecer la ley del diezmo?
Por qué debe pagarse el diezmo
Debemos pagar el diezmo porque amamos al Señor y tenemos fe en Él, y no solamente porque necesitamos bendiciones.
• ¿Por qué el pago de los diezmos demuestra que sentimos amor por el Señor? ¿En qué forma influye eso en nuestra relación con Él?
• El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de los Doce, dijo, “pago del diezmo tiene mucha más relación con la fe que con el dinero”  
• ¿Por qué en ocasiones resulta difícil pagar el diezmo? ¿Qué podemos hacer para superar esa dificultad? 
El uso del fondo de diezmos
• ¿Quiénes determinan cómo se dispondrá del fondo del diezmo? (Véase D. y C. 20. Esta revelación, la frase “el obispo y su consejo” se refiere al Obispado Presidente; y el “sumo consejo”, al Quórum de los Doce Apóstoles. La Primera Presidencia, el Quórum de los Doce y el Obispado Presidente constituyen el Consejo de la Disposición de Diezmos.)
El presidente Gordon B. Hinckley habló acerca del profundo respeto que el Consejo de la Disposición de Diezmos tiene por el fondo del diezmo:
“Conservo en el estante que está detrás de mi escritorio la ofrenda de una viuda, la cual se me entregó en Jerusalén hace muchos años; la tengo como un recordatorio constante de la santidad de los fondos que tenemos que administrar. Provienen de la viuda, provienen de su ofrenda, así como de la ofrenda del rico y se utilizan con cuidado y con prudencia para los propósitos del Señor. Los tratamos con cuidado, los salvaguardamos y procuramos, de todas las formas posibles, que se usen tal como estimamos que el Señor los utilizaría en la edificación de Su obra y el perfeccionamiento de los de Su pueblo” 
¿Para qué se utiliza el fondo del diezmo?
El élder Dallin H. Oaks explicó:  “Esos fondos [del diezmo] se emplean para construir y mantener los templos y las casas de adoración, para llevar la obra misional de la Iglesia a todo el mundo, para traducir y publicar las Escrituras, para proporcionar medios para redimir a los muertos, para la instrucción religiosa y para respaldar otros fines de la Iglesia seleccionados por los siervos del Señor designados para ello” 
El élder Oaks nos invitó a tener en cuenta las bendiciones que hemos recibido gracias a los templos, los centros de reuniones, la obra misional, las Escrituras, la obra de la redención de los muertos y los programas de seminario y de instituto. Las bendiciones más grandes que podamos recibir se encuentran vinculadas directamente con la obediencia a la ley del diezmo. A medida que meditemos en esas bendiciones, veremos que en verdad el Señor abrirá “las ventanas de los cielos, y derramar[á]… bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10; véase también 3 Nefi 24:10).

2. El Señor ha mandado que ayunemos y demos una ofrenda de ayuno generosa.

Otra ley que el Señor ha restaurado en los últimos días es la ley del ayuno. En obediencia a esa ley, ayunamos como Iglesia una vez al mes, por lo general el primer domingo de cada mes. Se nos enseña que un día de ayuno apropiado consiste en abstenerse de comer y de beber por el período de dos comidas consecutivas y asistir a la reunión de ayuno y testimonio, además de ayunar los días establecidos para el ayuno, podemos también hacerlo por cierto tiempo razonable cuando sintamos una necesidad especial para ello.
El ayuno es más que el hecho de pasar sin alimentos. El ayunar puede convertirse en una experiencia feliz para nosotros si lo hacemos con un propósito, nos preparamos para hacerlo y oramos al respecto. 
• ¿Cuáles son algunos de los propósitos por los que ayunamos? (ayunamos para estar más cerca del Señor, para recibir guía, para aumentar nuestra fortaleza espiritual, para ser más humildes, para subyugar nuestros apetitos corporales a nuestro espíritu, para vencer la tentación o la debilidad, para fortalecer nuestro testimonio y para pedir al Señor que bendiga a otras personas.) ¿Por qué el ayunar con un propósito ha hecho que los ayunos de ustedes sean más significativos?
• ¿Qué podemos hacer para prepararnos para ayunar? ¿Por qué tienen más significado nuestros ayunos cuando nos preparamos para hacerlos?
• Debemos orar al comienzo de un ayuno, mientras estamos ayunando y luego para terminarlo. ¿Por qué es importante orar cuando ayunamos?
• Lea D. y C. 59:13–14 y Mateo 6:16–18 o 3 Nefi 13:16–18  De acuerdo con estos pasajes de las Escrituras, ¿cómo debemos comportarnos cuando ayunamos? ¿Por qué creen que el ayuno se compara con el gozo y el regocijo? ¿En qué forma han logrado que el ayuno sea una experiencia de regocijo?
Un ayuno apropiado, durante el domingo de ayuno, incluye también el dar una ofrenda generosa con el fin de ayudar a los necesitados. Las ofrendas de ayuno se utilizan primero para asistir a las personas del barrio y de la estaca en que residan los miembros. Los obispos utilizan esos fondos para proporcionar alimentos, alojamiento, ropa y otros artículos de primera necesidad a quienes lo necesiten.
• ¿Por qué el dar ofrendas de ayuno es una parte importante de cumplir con la ley del ayuno? (al dar ofrendas, estamos prestando servicio a los demás y demostrando amor por los necesitados.)
• ¿Cuán generosos debemos ser al dar nuestras ofrendas de ayuno?
El presidente Spencer W. Kimball dijo: “A veces hemos sido un poco mezquinos y hemos calculado que para el desayuno tuvimos un huevo y que costó tantos centavos y damos esa cantidad al Señor. Pienso que cuando somos pudientes, y muchos lo somos, deberíamos ser muy, pero muy generosos… y dar, en lugar de la cantidad que ahorramos en las dos comidas del ayuno, tal vez mucho, mucho más, diez veces más si estamos en condiciones de hacerlo”
• ¿Cuáles son algunos de los frutos que se obtienen cuando se da una generosa ofrenda de ayuno? (Véase Isaías 58:6–7 y la cita que se da a continuación.)
El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Imaginaos lo que sucedería si se observara el principio del ayuno y las ofrendas en todo el mundo. El hambriento tendría comida, el desnudo ropas, los vagabundos un hogar; los impuestos que pagamos disminuirían. El dador no sufriría, sino que sería bendecido por esa ínfima abstinencia. Un nuevo nivel de preocupación y de generosidad nacería en el corazón de todos” 
• Lea Isaías 58:8–12  ¿Qué ha prometido el Señor a quienes obedezcan la ley del ayuno? ¿De qué modo el ayuno los ha ayudado? ¿Qué podemos hacer para ser más diligentes en el cumplimiento de la ley del ayuno?

Conclusión

Cuando pagamos el diezmo fielmente, contribuimos a la edificación del reino de Dios. El aportar ofrendas de ayuno generosas es una forma de manifestar que somos discípulos del Salvador, quien dijo: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40)..

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